Las llamas dejan un desierto de ceniza en Monterrei y Cualedro

El fuego se alejó de las casas con un rastro de más de 1.000 hectáreas quemadas
Un helicóptero realiza labores de extinción en el incendio forestal declarado en Cualedro. BRAIS LORENZO
photo_camera Un helicóptero realiza labores de extinción en el incendio forestal declarado en Cualedro. BRAIS LORENZO

El incendio iniciado el pasado miércoles en Cualedro y que pasó al municipio limítrofe de Monterrei obligando a desalojar a algunos vecinos, permanece este jueves todavía activo tras arrasar más de 1.000 hectáreas y haber provocado daños en huertas, fincas y colmenas. 

En la provincia orensana, la Consellería del Medio Rural de la Xunta ha dado por extinguido otro incendio declarado a pocos kilómetros del de Monterrei y que afectó finalmente a una superficie de 720 hectáreas, 300 de ellas agrícolas. 

El incendio de Monterrei obligó a decretar la Situación 2 por la proximidad a las casas y a desalojar a varios vecinos para evitar riesgos. En estos momentos, la Xunta ha solicitado su desactivación ante la "evolución favorable" del fuego. 

A media tarde de este jueves y después de una noche complicada para los equipos que combaten las llamas, la localidad de San Cristóbal, en Monterrei, zona cero de los incendios, ya respira con cierta tranquilidad, ahora que el fuego no amenaza los núcleos y después de los estragos causados en cultivos, viñedos y fincas particulares. 

Los vecinos definen la jornada del miércoles como un "auténtico infierno"

Con el incendio que evoluciona "favorablemente" las miradas están ahora puestas en posibles rebrotes en la jornada del jueves marcada por las altas temperaturas, mientras los servicios de extinción siguen trabajando para proteger los núcleos habitados. 

Como consecuencia del virulento incendio, que llegó a atravesar de lado a lado el pueblo, llegó a rodear un parque infantil, muchas viñas han quedado seriamente dañadas y también se han perdido árboles y huertos, así como cientos de colmenas en esta zona eminentemente del rural. 

El fuego, que arrancó el miércoles por la tarde en el núcleo de San Millao, en el ayuntamiento de Cualedro, saltó en cuestión de minutos al pie de las casas en Monterrei, poniendo en riesgo a los vecinos de esta zona ante su avance por fincas particulares favorecido por el fuerte viento reinante. 

Los vecinos resumen en una frase lo vivido la noche del miércoles: "Fue un auténtico infierno". "No aguantabas en la casa, nos ahogábamos con el humo", comenta Antonio, un vecino, quien ve "difícil" encontrar una solución a esta lacra de los incendios que cada año castiga a la provincia de Ourense y que ya deja cientos de hectáreas calcinadas. 

Prueba de su virulencia, es que las llamas llegaron a superar por momentos los siete metros de altura, con los continuos cambios de viento. "Si no hubiese sido por mi pareja, hubiese ardido todo", resumía una afectada. 

Existe un malestar generalizado entre la población de los municipios que considera que la intervención debería haber sido más rápida

Pese al sosiego actual, el malestar todavía continúa latente en estas zonas, donde están convencidos de que el incendio "podía haberse evitado" si se hubiese producido la rápida intervención de los medios de extinción. 

No en vano, una afectaba aseguraba que el helicóptero "no echó una gota de agua", queja en la que han coincidido otros vecinos que optaron por no abandonar sus casas para combatir el fuego, muchas veces avivado por la maleza que se acumula en muchas fincas sin limpiar. 

Sobre este último punto, un vecino, Juan Antonio Fernández, ha reclamado que se obligue a los propietarios a desbrozar sus terrenos para evitar que se repitan este tipo de situaciones en una comarca que, cada año, se ve castigada por los incendios. 

La mayoría de vecinos, visiblemente indignados, señalan que "esto no se puede consentir" y piden una solución a este problema que cada año castiga a la provincia de Ourense. "Si hubiera habido el viento que hubo días atrás, muchos pueblos habrían tenido muchos problema", zanjaban. 

Por el momento, el incendio se sitúa como el de mayores dimensiones en lo que va de verano en Galicia y ha obligado a intervenir a efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que continúa en la zona colaborando en las tareas de extinción.

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