Un ternero de tres patas sobrevive en una explotación de Trabada 

El veterinario le aseguró a la propietaria de la granja que nunca había visto nada igual

Los propietarios de la ganadería Casa Río, ubicada en la localidad de Trabadela, en la parroquia trabadense de Sante, asistieron hace un mes a un acontecimiento muy poco corriente. Una de sus vacas parió, sin ningún tipo de ayuda. Todo normal hasta que comprobaron que la cría tenía solo tres patas.

Sin embargo, tanto la propietaria de la ganadería, Marta López Gasalla, como su padre, Manuel López Río, comprobaron asombrados cómo el animal se ponía en pie a la misma velocidad que se ponen los terneros habitualmente cuando tienen cuatro patas. 

A partir de ahí, el ternero hizo lo que hacen todos. Comenzó a mamar y se movía con dificultades, pero se movía bien. Ahora lo ven muy suelto y se mueve de una forma que les recuerda a un canguro. Marta López recuerda que cuando vieron que el animal tenía tres patas "o que fixemos foi chamar ó veterinario para que nos dixera que había que facer, e el díxonos que millor era sacrificalo, porque non ía poder sobrevivir así". El veterinario les aseguró que nunca había visto nada igual y ellos, en décadas trabajando en la ganadería, tampoco. 

Con todo, ante la evidencia que estaban comprobando de que el animal no solo se sostenía sin problemas sino que además se movía con cierta agilidad, prefirieron no hacerlo y esperar a ver qué sucedía: "Non quixemos matalo. A min dábame cousa matar ó animal e decidimos esperar. De momento está perfectamente e móvese moitísimo. Non se separa da nai aínda que xoga moito co can e con outro xato que temos". 

Aún así, su dueña y su padre saben que crecerá. Pero eso será otra historia.