La plantilla de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia se redujo en 72 agentes en 2017

La comunidad se sitúa entre las más afectadas por el recorte en el número de guardias civiles

Os miniradares caben nunha man, custan 14.000 euros e amortízanse con só 300 sancións. EP
photo_camera Os miniradares caben nunha man, custan 14.000 euros e amortízanse con só 300 sancións. EP

El Gobierno recortó en 2017 la plantilla de la Guardia Civil de Tráfico en 821 agentes, 72 de ellos en la comunidad autónoma de Galicia, según los propios datos que ha facilitado el Ejecutivo, en respuesta a una pregunta parlamentaria realizada por el diputado socialista Miguel Ángel Heredia. 

En concreto, la plantilla pasó a tener 8.852 agentes, frente a los 9.673 que se contabilizaban un año antes, una reducción que es consecuencia de una bajada de agentes en todas las comunidades autónomas en las que está presente este cuerpo —todas excepto Cataluña y País Vasco— destacando la caída de efectivos en autonomías como Madrid, en donde se ha reducido la plantilla en 120 agentes; Andalucía, con 110 efectivos menos; y Castilla y León, que tiene 103 agentes menos. 

Le siguen Castilla-La Mancha (-75), Galicia (-72), Comunidad Valenciana (-68), Aragón (-66), Principado de Asturias (-35), Extremadura (-34), Navarra (-33), Canarias (-30), Islas Baleares (-24), La Rioja (-22), Murcia (-19) y Cantabria (-10). 

Sobre si esta mengua influyó en la seguridad vial cabe destacar que, paradójicamente, 2017 supuso un récord en las vías gallegas al convertirse en el ejercicio donde menos víctimas se registraron de la serie histórica: 76. Solo un año antes, en 2016, hubo que lamentar 106 muertos. Con todo, no sería acertado relacionar los dos extremos porque hay un tercero con enorme influencia en la seguridad de tráfico: la tecnología, cada vez más presente y responsable, a su vez, de la tendencia de la DGT a contar cada vez con menos agentes sobre el asfalto —el número descendió en 2017 en todas las comunidades—. Y es que, como sucede en otras labores, también en vigilar las carreteras las máquinas asumen funciones que antes desenvolvía el hombre y una muestra son los nuevos veloláser, revolucionarios cinemómetros móviles controlados por wifi que no necesitan de un coche patrulla al lado. T

ambién las nuevas motos de la Guardia Civil que integran tests de drogas y alcohol y radar centralizan en un solo efectivo trabajos que hasta ahora llevaban a cabo varias unidades.