El violador que atemorizó a Lugo entre 2013 y 2015 acepta doce años de cárcel

Las partes llegaron a un acuerdo antes de la celebración del juicio

La llegada de violador a la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRíGUEZ
photo_camera La llegada de violador a la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRíGUEZ

Las partes llegaron a un acuerdo este lunes antes de la celebración del juicio por el que Pablo G.M., el violador que atemorizó a Lugo entre 2013 y 2015, reconoció los hechos que se le atribuían y aceptó 12 años de cárcel.

La Fiscalía pedía inicialmente una condena de 32 años y once meses para el acusado como presunto autor de una violación consumada, otra tentativa y tres agresiones sexuales. Aceptó seis años de prisión por el primero de los delitos, tres por el segundo y uno por cada una de las tres agresiones, además de una indemnización a las víctimas.

El hombre, de 34 años y natural de Portomarín, llegó en un furgón policial a primera hora de la mañana a la Praza de Avilés. Las agresiones sexuales por las que se le juzgaban fueron cometidas en Lugo entre 2013 y 2015. La defensa del  violador confeso defendía que no sabía lo que hacía al cometer las agresiones debido a un problema psiquiátrico.

Por ese motivo, su defensa solicitó un nuevo informe psiquiátrico. El estudio forense que se le realizó en prisión sostenía que el acusado era consciente de sus actos. No obstante, la Audiencia aprobó que se complete un nuevo estudio para determinar su estado y antecedentes de enfermedad antes de cometer las agresiones.

El hombre llegó a actuar vestido de romano, ya que durante el Arde Lucus de 2013 intentó violar a una mujer. Se le acusa de haber consumado una violación en noviembre de 2015 a una chica a la que conoció en un bar.

La actuación del hombre, que se espació durante varios años, llegó a provocar durante mucho tiempo un estado de temor en la ciudad, ante la seguridad que reinaba entre muchas mujeres de que había un agresor actuando en la capital que no acababa de ser detenido. La descripción de una víctima fue definitiva para que finalmente el hombre fuera detenido.

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