¿Llenar el depósito del coche o echar solo 10 euros? El mecánico Juan José Ebenezer aclara el dilema

Juan José Enbenezer, mecánico. INSTAGRAM
El popular experto en automoción ofrece una explicación técnica crucial sobre la gestión del repostaje que afecta directamente a la vida útil del motor y sus componentes

Cada vez que un conductor español se detiene en una estación de servicio, surge una pregunta recurrente que genera debate: ¿es más conveniente llenar el depósito de combustible por completo o, por el contrario, repostar únicamente la cantidad necesaria? Esta disyuntiva, que ha dividido a millones de usuarios de vehículos, ha sido abordada con rigor técnico por Juan José Ebenezer, un reconocido mecánico y creador de contenido que ha ganado gran popularidad en redes sociales.

En un vídeo viral, Ebenezer, fundador de Talleres Ebenezer, se ha propuesto zanjar esta cuestión, ofreciendo una perspectiva clara que desmitifica creencias arraigadas sobre el mantenimiento del coche y la eficiencia del combustible. 

  1. El gran dilema del repostaje
  2. Los riesgos de circular con el depósito casi vacío
  3. ¿Es siempre la mejor opción llenar el depósito por completo?
  4. El equilibrio ideal para el repostaje de combustible
  5. ¿Por qué es crucial esta información para el conductor?

El gran dilema del repostaje

Juan José Ebenezer se ha consolidado como una figura clave en el sector de la automoción gracias a su habilidad para explicar conceptos complejos de mecánica de forma sencilla y accesible. A través de plataformas como Instagram o TikTok, comparte valiosos consejos de mantenimiento, desmonta mitos comunes y resuelve dudas cotidianas que afectan a los vehículos con un estilo comunicativo, directo y cercano. "Hablo en el taller, como si estuvieras aquí conmigo", asegura.

En su reciente publicación audiovisual, el experto se adentra en lo que denomina el "gran dilema del repostaje", analizando sus implicaciones desde el interior del motor. Sus argumentos, sorprendentemente sencillos pero técnicamente sólidos, ofrecen una nueva perspectiva sobre esta práctica habitual. La pregunta central que plantea es clara: ¿Es mejor llenar el depósito por completo o echar solo lo necesario, por ejemplo, 10 euros de gasolina?

La respuesta de Ebenezer, lejos de ser un sí o un no rotundo, introduce matices importantes. Su frase literal, que resume su postura, es contundente: "Pues ni tanto ni tampoco." A continuación, desglosamos su explicación y las consecuencias prácticas para el día a día de cualquier conductor.

Los riesgos de circular con el depósito casi vacío

Una de las costumbres más extendidas entre los conductores es esperar hasta que el indicador de reserva se encienda para acudir a la gasolinera. Según las explicaciones de Juan José Ebenezer, esta práctica, aunque no siempre derive en una avería inmediata, puede acarrear efectos menos benignos de lo que se piensa para el sistema de combustible del vehículo. Es fundamental entender que el combustible no solo es el motor de la propulsión, sino que también desempeña otras funciones vitales.

En primer lugar, el combustible actúa como refrigerante. El mecánico subraya que, en muchos sistemas modernos, el carburante participa indirectamente en la refrigeración de ciertas partes del motor. Cuando el depósito está muy bajo, la inyección de menos combustible "frío" reduce significativamente esa capacidad adicional de enfriamiento, sometiendo a los componentes a un estrés térmico innecesario.

En segundo lugar, se produce un aumento de las temperaturas en el circuito de combustible. Otra advertencia relevante del experto es que, con muy poca cantidad de combustible en el depósito, un mayor porcentaje del volumen recirculado del circuito de inyección regresa caliente al tanque. Sobre este punto, Ebenezer comenta: "Ese combustible que llega otra vez aquí, lo que está es caliente y por lo tanto, si en el depósito tenemos muy poca cantidad de combustible, no le va a dar tiempo a que ese calor se disipe".

Como consecuencia directa, componentes críticos como la bomba de combustible, las tuberías y los sensores podrían operar a temperaturas más elevadas de lo óptimo, lo que a largo plazo puede mermar su vida útil y provocar averías prematuras. En definitiva, repostar cuando el vehículo está casi en reserva introduce un estrés térmico adicional que compromete la integridad del sistema de combustible.

¿Es siempre la mejor opción llenar el depósito por completo?

Ante la problemática de circular con el depósito casi vacío, la lógica podría llevarnos a pensar que la solución ideal es "¡llenar hasta arriba siempre!". Sin embargo, Juan José Ebenezer advierte que esta práctica tampoco está exenta de inconvenientes, aunque ha prometido un vídeo específico para profundizar en ellos.

No obstante, sí recomienda repostar con una cantidad razonable de combustible para que el depósito tenga un volumen suficiente que permita "diluir" mejor el calor potencial y, de este modo, reducir el estrés térmico sobre los componentes. Su frase clave en el vídeo es reveladora: "…uno de los detalles a favor y ayudar al mantenimiento del circuito, va a ser esa temperatura que se va a ver reducida al tener más cantidad dentro del depósito, pero recuerda, no lo llenes a tope, ya te explicaré por qué en otro vídeo."

Este "pero" es crucial, ya que el llenado total del depósito también puede entrañar riesgos. Aunque Ebenezer no los detalla en este vídeo, es sabido que un sobrellenado puede generar problemas como la expansión del combustible debido a cambios de temperatura, posibles fugas por el sistema de ventilación del tanque, o una presión interna excesiva que podría afectar a los componentes del sistema de evaporación de gases. Por tanto, la clave reside en encontrar un punto intermedio que optimice la salud del vehículo sin caer en los extremos.

El equilibrio ideal para el repostaje de combustible

Basándose en las detalladas explicaciones de Juan José Ebenezer, se puede establecer un "buen camino medio" para la gestión del repostaje que beneficie la durabilidad y el rendimiento del vehículo. La primera recomendación es evitar circular de forma habitual con la reserva. Permitir que el depósito baje demasiado puede implicar una menor capacidad de refrigeración del combustible y, consecuentemente, mayores temperaturas de funcionamiento en todo el sistema. Esto, a la larga, puede acelerar el desgaste de piezas fundamentales.

La segunda pauta es repostar siempre antes de llegar a la reserva. Mantener un volumen de combustible adecuado en el tanque permite que el sistema "respire" mejor, facilitando la disipación del calor y asegurando que la bomba de combustible y otros componentes trabajen en condiciones óptimas. No se trata de llenar al máximo siempre, sino de asegurar una cantidad suficiente que proteja el sistema.

Finalmente, aunque tener combustible suficiente es positivo, el sobrellenado puede generar otros problemas, como ya se ha mencionado, por lo que la moderación es clave. Si se realizan trayectos largos, o en condiciones exigentes como altas temperaturas, carga pesada o con la climatización activa, es aún más recomendable mantener un margen considerable en el depósito para asegurar el correcto funcionamiento y la refrigeración del sistema.

¿Por qué es crucial esta información para el conductor?

Quizás algunos conductores piensen: "¿Realmente va a influir tanto repostar un poco antes o después?". La respuesta es un rotundo sí, y por varios motivos fundamentales que impactan directamente en la economía y la seguridad del vehículo. En primer lugar, la durabilidad de los componentes. Elementos como las bombas de combustible, los sensores, los módulos de inyección y las tuberías están constantemente sometidos a condiciones térmicas y de presión. Una gestión adecuada del combustible reduce el esfuerzo y el estrés sobre estas piezas, lo que se traduce en una menor probabilidad de averías costosas y una prolongación de su vida útil.

En segundo lugar, se garantiza un funcionamiento óptimo del vehículo. Cuando el combustible no enfría correctamente o trabaja a temperaturas elevadas, la eficiencia del motor puede disminuir, y se pueden generar condiciones menos ideales para la combustión. Esto no solo afecta al rendimiento, sino que también puede incrementar el consumo.

En tercer lugar, la reducción de costes de mantenimiento. Aunque no sea algo que se perciba de inmediato, a medio y largo plazo, una gestión deficiente del combustible puede traducirse en la necesidad de actuaciones de mantenimiento más frecuentes y, por ende, más caras. Finalmente, fomenta una mayor conciencia del vehículo. Entender que el acto de repostar no es meramente "llenar para conducir", sino una parte integral de la salud del automóvil, ayuda a generar hábitos de conducción y mantenimiento mucho más responsables y beneficiosos.

La experiencia de Ebenezer en el taller le ha permitido observar cómo los vehículos que "siempre repostan al límite" suelen presentar más problemas que aquellos que "llevan algo más" de combustible.