Esto ha supuesto un gran problema en muchos hogares, así como en muchos establecimientos que cuentan con electrodomésticos o aparatos que necesitan tener conectados las veinticuatro horas y cuyo gasto energético es elevado, como el caso de las carnicerías u otros establecimientos con cámaras frigoríficas. En este último caso, la mejor opción es revisar la tarifa luz y adaptar nuestras necesidades a la mejor oferta.
Veamos a continuación algunos consejos para ahorrar en nuestra factura de la luz, pero primero entendamos por qué circunstancias aumenta el precio de la luz.
Qué factores implementan el precio de la luz
Uno de los factores por los que sube el precio de la luz es por la escasez y, como consecuencia, la subida de precio del gas natural, ya que se trata del combustible más común para la transformación de un tipo de energía en energía eléctrica.
Por otro lado, el aumento de la demanda de este servicio encarece su precio, sobre todo cuando hay grandes cambios de temperatura, tanto en subidas por el uso de los aires acondicionados como en bajadas por el uso de electrodomésticos de radiación de calor.
También los costes de emisión de CO₂ que se cobran a las centrales eléctricas de gas hacen que estas tengan más gastos y se vean en la obligación de subir los precios para poder seguir produciendo energía eléctrica.
Ante estas dificultades, la mejor alternativa son las energías renovables, ya que la producción y transformación de estas energías es más barata y además menos perjudicial para nuestro planeta.
Consejos para ahorrar en la factura de la luz
A día de hoy, pocas son las casas que cuentan con la instalación de placas solares u otros sistemas de transformación de energías renovables en energía eléctrica.
La energía eléctrica es la energía de mayor uso, ya que su transformación en otras energías, como la energía lumínica o la energía térmica, es la más sencilla. Veamos algunos consejos para conseguir mejorar nuestra factura de la luz.
Una de las mejores alternativas es contar con una tarifa de discriminación horaria. En estos casos, consumir energía eléctrica en las horas valle hará que se abarate el precio de la energía consumida en esos momentos frente a las horas punta.
Otro consejo es aprovechar la temperatura natural. Tanto en verano como en invierno contamos con momentos del día donde la temperatura es idónea frente a los niveles extremos, como es el caso de las primeras horas de la mañana y las últimas horas del día en verano, cuando la temperatura no se encuentra en los momentos más altos, y el medio día y las primeras horas de la tarde en invierno, cuando la temperatura no es extremadamente baja. Además, también hay que aprovechar la luz solar para no hacer un consumo excesivo de energía eléctrica en nuestras lámparas o sistemas de iluminación.
La compra de electrodomésticos eficientes es una inversión a largo plazo, pues aunque puedan ser más caros, supondrán un ahorro en nuestras facturas de la luz. Los electrodomésticos más eficientes son los que cuentan con etiquetas energéticas A+, A++ y A+++.
También hay que usar los electrodomésticos de manera moderada y lógica. Por ejemplo, usar el lavavajillas y la lavadora cuando la carga esté completa, en el caso de la lavadora, usar programas de lavado a temperaturas no muy elevadas.
En los momentos del día en que la luz natural no es suficiente e incluso es inexistente, es imprescindible utilizar fuentes de luz artificiales y por ello, para ahorrar, contamos con bombillas de bajo consumo o iluminación LED. Obviamente, apagar las luces de una habitación cuando no estás en ellas bajará tu consumo y sus valores.
Además, asegúrate de que tienes contratada la potencia de luz necesaria, ya que esto determina ciertos valores económicos de tu factura de la luz.
Si tienes en cuenta todos estos consejos, conseguirás ahorrar en tu factura de la luz.
