La operación realizada por Microsoft el pasado 18 de enero de 2022 no tiene precedentes en la industria del videojuego.
La compañía dirigida por Phil Spencer en su división Microsoft Gaming, confirmaba a sus inversores la adquisición de Activision Blizzard, por una inversión de 95 dólares por acción, aproximadamente unos 68.700 millones de dólares.
El movimiento estratégico de la empresa y la desorbitada cifra que alcanza esta compra, demuestra la solidez del sector del entretenimiento digital, que todavía obtiene más importancia si sumamos a ello los juegos de casino online o las competiciones de e-Sports, cuyas cifras de negocio multiplican las de los videojuegos "tradicionales".
Esta industria ya hace años que superó en volumen de negocio a la música e incluso al cine, obteniendo con ello una posición de liderazgo que ha asentado en los últimos años, con una tendencia cada vez mayor hacia el servicio de suscripción.
Beneficios de la compra de Activision Blizzard
Activision Blizzard es una de las principales protagonistas del sector de los videojuegos. La adquisición por parte de Microsoft le confiere 400 millones de usuarios mensuales potenciales, así como una plantilla de profesionales de 10.000 personas en todo el mundo. La empresa facturó en 2020 algo más de 8.000 millones de dólares, con beneficios de 2.197 millones.
Microsoft tiene ahora en posesión franquicias emblemáticas del sector del entretenimiento online de la talla de Call of Duty en consolas y ordenadores o Candy Crush en teléfonos móviles.
Warcraft, Diablo, Overwatch y muchos títulos más pasan a engordar la ya de por sí abultada lista de desarrollos que Microsoft tiene en su posesión y que podría legalmente ofrecer en exclusiva solo para sus usuarios de PC y consolas Xbox.
La operación más grande en la historia del sector
El récord en operaciones comerciales dentro de esta industria lo ostentaba hasta ahora Take-Two en una compra realizada precisamente hace unos días. Había adquirido Zynga por 12.700 millones de dólares.
La compra de Activision Blizzard por Microsoft multiplica estos valores de forma notable y establece un nuevo límite, que difícilmente será superado a corto plazo.
De hecho, Microsoft ya ha realizado operaciones de compra similares, en su estrategia de consolidación en el sector. En 2020 adquirió ZeniMax Media, grupo matriz de Bethesda Softworks, por 7.500 millones de dólares.
La evolución hacia un servicio por suscripción
Estos días las grandes tecnológicas han dado su punto de vista acerca de la operación protagonizada por Microsoft y Activision Blizzard.
La última en dar su valoración ha sido Netflix, empresa que lidera el servicio por streaming de películas y series en todo el mundo.
La compañía considera que es la confirmación de que el servicio por suscripción es un modelo a seguir también para los jugadores. Esta reflexión se realiza en relación al servicio de suscripción que Microsoft ofrece a sus usuarios llamado Game Pass.
La compra de Activision Blizzard expone que todos los juegos de la compañía pasarán a formar parte del extenso catálogo de títulos de Game Pass, al que los usuarios tienen acceso sin límites a cambio del pago de una suscripción mensual.
Con más de 25 millones de usuarios suscritos según confirmó Microsoft hace unos días, el servicio ha demostrado su rentabilidad y el interés que despierta entre los jugadores, frente a la compra tradicional de títulos.
La competencia (Sony y Nintendo a la cabeza), también han invertido en el desarrollo de servicios por suscripción similares, si bien la exclusividad de algunos títulos y la colaboración de empresas como Electronic Arts, sitúa a una distancia considerable el liderazgo del servicio de Microsoft.
