Bingo, el juego predilecto de todos

Al final salió el último número que faltaba y… ¡Bingo! El bingo es tan emocionante como un partido de fútbol en el que hay goles a cada momento. Es un juego fácil pero entretenido. Y cualquiera puede participar

Ahora es posible jugar al bingo desde cualquier sitio, a través de Internet
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El bingo es el juego favorito, o uno de los más favoritos y más apropiados, para que cualquiera participe. Requiere desarrollar poco esfuerzo físico y, sin embargo, es estimulante para ellos. Es una de las formas de entretenimiento que tienen, sin la necesidad de esforzarse en exceso a nivel físico o mental, y lo mejor es que se ha creado una cultura alrededor del bingo.

De hecho, es una actividad que se ve mucho en los sitios de esparcimiento. Clubes, salones de juegos de mesa, e incluso centro de cuidado para mayores y escuela. Pero ahora es posible hacerlo desde cualquier sitio, a través de Internet. Siguen siendo las mismas reglas del bingo tradicional y con la misma diversión, solo que esta vez todo es online.

Es muy fácil acceder a una sala en línea para que recibir la dosis justa de adrenalina que activa la mente y el cuerpo. Es tan sencillo hacerlo que hasta un niño pequeño podría, o una persona mayor, sin ningún tipo de ayuda. Si ya de por sí jugar al bingo es sencillo, lo es aún más si estás cómodo en tu casa,

Las facilidades de jugar online

En general, las salas de bingo piden que pagues por el precio del cartón, que es como la entrada al juego. En las plataformas digitales es muy económico, gracias a que hay una gran cantidad de jugadores activos a la vez. Esto implica que la inversión para el premio se reparte entre un buen número de gente, además de que así se pueden comprar varios cartones a la vez para potenciar la experiencia.

Incluso con apuestas pequeñas, justamente porque hay varios jugadores, las ganancias acumuladas ascienden a bastante dinero. Las promociones abundan en las salas online, así que una manera de tener más oportunidades es aferrarse a ellas y aprovechar que el coste del cartón es barato.

A diferencia del modo tradicional, en el virtual siempre hay salas abiertas. Las partidas comienzan cada poco tiempo –unos días va más rápido que otros–, pero siempre estarás muy próximo a entrar en la siguiente ronda. No importan el día ni la hora, siempre habrá lugar para el que quiera jugar.

El juego tradicional también tiene su atractivo

Quizás no sea tan cómodo ir a una sala de bingo como lo es quedarse en casa y acceder a través de Internet, pero es indudable que el juego convencional aporta beneficios a sus jugadores. Es por esto que no vale la pena reemplazarlo siempre por el juego electrónico, sino más bien jugar en ambos modos si fuera posible.

La habilidad cognitiva es una facultad que comienza a fallar poco a poco si no se trabaja y hay que entrenarla diariamente para que el impacto no sea tan fuerte. Jugar bingo hace que los participantes estén en un estado de alerta constante –aunque leve–, lo que hace que el cerebro se entrene para medir la información y aumentar la rapidez mental.

Este estado de alerta influye de manera muy positiva en que se concentren, porque activa las células cerebrales. Y así también aumenta capacidad para retener y acceder a la información almacenada. En realidad, todo el juego promueve la salud del cerebro, porque lo somete a una constante estimulación, por muy leve que parezca.

La coordinación mano-ojo aumenta poco a poco a medida que se van haciendo constantemente tareas pequeñas, como podría ser mover las fichas del bingo. Este ejercicio es excelente para desarrollar la habilidad manual para tareas delicadas.

Indudablemente, las salas de bingo también son un lugar de reunión, en el que la diversión y la comunicación van de la mano. Se crea un ambiente estimulante muy saludable para que los jugadores, que se relacionan entre sí a la vez que juegan a algo que les aporta tantos beneficios para su salud.