O Rosal agotará en diez días su cosecha de mirabeles frescos, única en España

El maestro de O Rosal en los años treinta del siglo pasado, Xosé Sánchez García, trajo desde la Selva Negra alemana unos ejemplares del árbol frutal que da el mirabel, una fruta habitual en el sur de Alemania y nordeste de Francia, pero inexistente en España, y su rápida aclimatación a Galicia convirtió al frutal alemán en producto adecuado para su explotación en fresco y en conserva por lo que el maestro creó la empresa "A Rosaleira" para su transformación.

La empresa "A Rosaleira" es ahora de la bodega vitícola "Terras Gauda" y se dedica, como antaño, a la producción de mirabeles en almíbar como otras empresas de la comarca pontevedresa aunque la elaboración se está diversificando y también hay mermeladas y licores.

Sólo diez días para mirabeles en fresco

El consumo en fresco de esta fruta sólo es posible tras la constitución hace dos años, de la empresa "Froitos do Rosal" con 33 socios productores de mirabeles de frutales plantados hace siete años.

Uno de los administradores, Xosé Luis Iglesias Vicente, explicó a GG que este año era, previsiblemente "el de la gran primera cosecha" pero en marzo la climatología fue adversa y las flores quedaron dañadas o truncadas por lluvias intensas y pedrisco.

"En 2009 tuvimos 8000 kilos de mirabel y este año tenían que ser más pero nos quedamos en casi 3000 kilos, eso sí de gran calidad y sabor, y se venderán desde el día 21 de julio hasta finales del mismo mes pues no hay más".

Los pocos paladares que accedan a estos mirabeles frescos, según Iglesias, se encontrarán con una fruta dorada, con pintas rojas, dulce, aromático y muy sabroso, cultivada bajo supervisión del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia (Craega) y sólo se podran comprar en algunos centros de la cadena Eroski que se abastecerá de ellos hasta finales de julio.

Se podrán comprar en tarros de medio kilogramo a 2,5 euros.

Futuro para el mirabel

Además de las emrpesas que se dedican a su elaboración con almíbar, en mermelada, licores y aguardientes, la nueva empresa "Froitos do Rosal" se sumará a ese sector transformador en el futuro, destinando una pequeña parte de los mirabeles frescos a un proceso de "pasificación" para comercializar la fruta confitada, como es habitual en Francia, según explicó Iglesias Vicente.

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