Las galletas mariñeiras, distinguidas con una estrella por el International Taste & Quality Institute

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Las galletas mariñeiras Daveiga fueron distinguidas con una estrella por el International Taste & Quality Institute (iTQi) por su sabor, aroma, textura y presentación. Es la primera vez que un producto de la industria alimentaria gallega recibe este galardón, que otorga el iTQi, organización radicada en Bruxelas e integrada por chefs y sumilleres y dedicada a avaluar y promover los alimentos de calidad en Europa.

Solo otra empresa gallega (Aguas de Mondariz) tiene este mismo galardón, conseguido también en la edición 2009.
El jurado evaluador valoró especialmente la primeira impresión causada por las galletas mariñeiras Daveiga, su textura, sabor y aroma. Cada alimento es valorado por los miembros del jurado a ciegas, sin envoltorios ni identificaciones que permitan conocer el origen del mismo, y se valora en función de sus propias calidades, sin compararlo con otros semejantes al no tratarse de un concurso.

En la edición de 2009 el jurado analizó un total de 796 productos, previamente seleccionados, y procedentes de países de todo el mundo, de los que 525 lograron puntuación suficiente para recibir alguna estrella y formar parte del palmarés del Superior Taste Award, considerado como la guía michelín dos alimentos.

Las galletas marineras Daveiga son una forma de pan muy innovadora para el siglo XXI aunque su origen venga del siglo XV en que constituían la base de la alimentación de los barcos españoles y portugueses que se lanzaron a la conquista del mundo. Entonces recibían también el nombre de bizcocho y pan de barco.

Producidas en Chantada (Lugo) el empleo de materias primas producidas o transformadas en Galicia representan más del 80%. Harina de trigo del país y de trigo ecológico, harina y extracto de malta, manteca, aceite de oliva, lecitina de soja, masa madre y lévedo natural son los ingredientes de las distintas variedades de galletas, que se comercializan en cinco presentaciones: galletas mariñeiras clásicas, sin sal, especiales para canapés, con aceite de oliva y con algas gallegas. Las dos últimas variedades están amparadas por el Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia.

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