La vendimia de la costa gallega tendrá su primera fiesta en Meaño

Casi un centenar de comerciantes de todos los sectores, instalados en el municipio pontevedrés de Meaño, impulsan la celebración de la primera "Semana de la Uva" prevista para los días 17 al 19 de septiembre, con actividades centradas en la principal labor agrícola de la zona que es la vendimia.

La comarca vitivinícola Rías Baixas estrenará así su fiesta de la vendimia en la que tendrán presencia oficios tradicionales como la propia labor de la cosecha y la pisa de uvas pero también aspectos más técnicos como diversas conferencias sobre enoturismo, cocina al vacío con vino y fabricación de corchos, entre otras.

Vendimia para todas las edades

La presidenta del colectivo de comerciantes "O corazón de Meaño", Charo Camiña, explicó a GG que también esperan una activación comercial de la zona por las actividades más lúdicas que incluirán demostraciones de coctelería con mosto y frutas, un espectáculo de coctelería acrobática o "flair" y concursos como lanzamiento de granos de uva, catas asociadas a representaciones teatrales y a música, sesión nocturna de cuentacuentos en una bodega tradicional y otras.

Protagonismo de los oficios tradicionales

El programa aún sin cerrar para esta fiesta de la vendimia incluye demostraciones y concursos relacionados con trabajos como la propia vendimia en la viña y la pisa de uvas en la que se espera la participación de niños, mayores y autoridades.

Los oficios tradicionales vinculados a las uvas y viñedos también fueron protagonistas en una de las jornadas de la XIII Encontro dos Viños de Autor, celebrado en Meaño.

Varios grupos de concursantes compitieron para que un jurado determinase cuál de ellos sabía fondar mejor un barril y todo ello, en una carpa en la que cientos de visitantes podían degustar mientras tanto, los vinos de 14 bodegas tradicionales.

Bodegas Artesanas producen 150.000 botellas de albariño Rías Baixas


El presidente de la asociación de Bodegas Artesanas de Meaño -constituida en 1997-, Francisco Dovalo, explicó a GG que dentro de la denominación de origen (DO) Rías Baixas, los vinos de los 13 socios se distinguen por estar elaborados con uvas de explotaciones familiares con bodegas instaladas en antiguas casas solariegas, con prácticas artesanales de viticultura, aunque adaptadas a las nuevas tecnologías y una producción máxima en torno a las 12.000 botellas cada año.

"La variedad y diferenciación entre nuestros vinos viene dada por diferentes elaboraciones pues, por ejemplo yo comercializo mis vinos después de tenerlos en barrica desde noviembre hasta junio y luego otros dos meses en botella y sin usar más levaduras que las propias de la viña mientras que otros aplican procesos diferentes", explicó Dovalo.

Prácticamente todo el vino producido por los de Meaño se vende en Galicia salvo excepciones como la de un peregrino que probó uno de ellos en un restaurante de Melide (A Coruña) y luego resultó ser el crítico gastronómico Jerry Davis, de Nueva York que visitó Meaño con un grupo de importadores para que conociesen el vino que a él le había impresionado y luego fue pregonero en una edición del encuentro de Vinos de Autor.

Bodegueros artesanos pero pioneros

Una semana antes de la gran feria del vino "albariño" Rías Baixas, que se celebra en Cambados entre los días 28 de julio y 1 de agosto, los bodegueros de Meaño reivindican su papel de pioneros en la promoción del vino "albariño" que ellos iniciaron antes de existir la D.O. y defienden que también se puede vivir del viñedo propio y no sólo dependiendo de las bodegas más industrializadas de la D.O.

"Este año aún estamos esperando la reunión de la mesa del vino pero en 2009 los precios pagados fueron, como media, de 1,50 euros por kilogramo de uva albariña y según la calidad, se llegaron a pagar 2,25 euros el kilogramo y esto, sin dar para lujos, sí permite vivir a una familia", agregó.

En su caso, su hijo más joven piensa como él y se prepara para hacerse cargo de la bodega familiar y lo mismo ocurre con Antonio Gondar Moldes, instalador eléctrico que decidió asociarse con los bodegueros artesanos en enero de 2010, tras recuperar la bodega de su abuelo Serafín que con el nombre de "O avó roxo" produce 7000 botellas de vino albariño desde el año 2007.

"Mi ilusión es poder vivir sólo de la bodega y ampliar la producción hasta las 12.000 botellas y haciendo todas las labores como las hacía mi abuelo pues así la uva tiene más aroma y un sabor más real", explicó.

Gondar no mantiene los clientes de su abuelo pero, como él y casi todos los bodegueros tradicionales, vende la mayor parte de su producción a particulares y restaurantes de la zona.

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