
La evaporación cuántica de Bono
Bono se está evaporando. Cada vez se le ve menos, cada vez se le escucha menos. Su presencia se va disipando a medida que pasa el tiempo. Resulta difícil distinguir en él a ese "tipo con el que estamos en deuda todos", como lo describió Bill Clinton. Apenas hay rastro de la estrella que recibió dos nominaciones consecutivas al Premio Nobel de la Paz hace dos décadas. Cada año que pasa, queda un poco menos de Bono. Como si el cantante irlandés encogiese.