
La muerte tiene dos partes
Un buen amigo me comentó hace un par de semanas que había decidido reformar la casa de sus padres. La casa en la que él se crió. Le apetece acondicionarla, adaptarla a sus gustos y mudarse allí el verano que viene. Por un lado se ha cansado de vivir en un piso, me confesaba, especialmente desde que tiene que teletrabajar. Y por otro, le da lástima que esa casa tan enorme...