Blog | Marta está harta

La primera evaluación

Niño exámenes

Sin darnos cuenta se nos ha pasado el primer trimestre del curso, y ya estamos con los exámenes de la primera evaluación, con sus apuros de: "ya no me da tiempo" y "¿cómo puede ser que el tiempo haya pasado tan rápido y no me haya enterado de nada en el colegio?". Para muchos adolescentes, aquí esta el toro ese, que les pilla con los exámenes a medio preparar.

Y nosotros los padres, de repente, como si de un viaje al pasado se tratase, nos vemos envueltos de nuevo en el "agobio de exámenes". Porque los padres de hoy, en ese afán de superprotección, nos involucramos en los estudios de nuestros hijos más incluso que nuestros propios hijos. El otro día me decía una madre : "yo también estoy agobiadísima contando los días que faltan para los exámenes, menos mal que en un par de días acabamos con este suplicio y espero que con un buen resultado, con lo que he trabajado". Yo mientras la escuchaba tenía ganas de recordarle que ella no iba a ir al examen, así que, como no hubiera trabajado su hijo, no había nada que hacerle. Pero no quise chafarle el momento, que estaba ella muy orgullosa de cómo se sabía el Poema del Mio Cid.

Yo soy una cuarentañera con una amplia experiencia de "malos estudiantes" a sus espaldas y sé que en esto de los exámenes como no estudie el que los hace, lo único que queda es eso de que Dios reparta suerte y no justicia.

Tengo sudores fríos solo de recordar aquellos días de exámenes, de nervios y de noches enteras intentando resolver lo que no había hecho en todo el trimestre, y he de confesar que pocas veces se resuelve en un par de noches toda una evaluación, aunque a veces ocurra. Pero cuando tienes 15 años te vienes arriba y si hay algo que te sobra es esperanza. Esperanza de que una configuración astral te resuelva la papeleta del examen, o que te ocurra eso que cuentan las leyendas urbanas de que la profe se levante con un buen día y decida dar el famoso "aprobado general".

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