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Nada

Cuando dimitió Juan Merlo, diputado de En Marea en el parlamento gallego y secretario de organización de Podemos en Galicia, nadie imaginó que se estaba abriendo la caja de Pandora y que íbamos a asistir a una de las escenas más grotescas que se han vivido en política, y eso que si a algo estamos acostumbrados últimamente es precisamente a eso, a las escenas grotescas.

Poco después se supo que Paula Quintero, también diputada de Marea había tenido un desencuentro con la policía, amenazando a unos agentes en plan "non sabe vostede con quen está a falar". Yo solamente dije eso una vez en mi vida. Se lo dije a un portero de una discoteca que me sentó de un guantazo, demostrándome que sabía exactamente con quién hablaba. Salí de ahí amenazándole con comprar la discoteca y despedirlo, lo que era imposible porque yo, tal como también sabía el portero, difícilmente podía comprar la discoteca ni ninguna otra cosa si no tenía dinero para la entrada.

Ni usted ni yo ni nadie sabe lo que es un ecosocialista

Sus compañeros trataron de forzar la dimisión de Quintero y a todo esto estaba sin cubrir la baja de Juan Merlo, quien por cierto había dimitido por decir que era ingeniero y no lo era. El siguiente de la lista era Xoán Hermida, pero resultó que él también le había dicho a unos policías aquello de "non sabe vostede con quen está a falar". Hermida dijo que no tomaría posesión si Quintero dimitía, pero mientras lo decía iba camino de Compostela para tomar posesión del acta. Luego dijo que dimitiría si dimitía ella, y que mientras no pensaba cobrar ni trabajar. Lo primero es imposible, pues no hay forma de no pagar a un diputado y lo segundo significaba que cobraría sin dar palo al agua. Total, dimitió en el autobús de vuelta.

Imagen para el Blog de Rodrigo Cota (06/05/18)Ahora resulta que la siguiente de la lista, Julia Torregrosa, se vio implicada en un accidente con heridos y no llevaba seguro. ¿De dónde saca esta gente a sus candidatos? ¿De un chino? ¿Del calabozo de una comisaría? No hay manera. Entre ellos no se pueden ver delante, es el grupo menos cohesionado que se ha visto jamás, se pelean más entre ellos que con el PP y luego resulta que no hay uno ni una que no se haya envuelto en un asunto turbio. Por eso algunos no nos metemos en política, porque no estamos en condiciones de dar ejemplo de nada ni lo pretendemos.

No se puede montar una candidatura a base de retales. Unos de Podemos, otros de Marea, los restos de la Asamblea de Amio, algún anticapitalista que pasaba por ahí, tres de Esquerda Unida y otro ecosocialista. No se preocupe. Ni usted ni yo ni nadie sabe lo que es un ecosocialista porque no existen. No vale la pena tratar de averiguarlo.

Es una pena que se hayan desperdiciado así tantos votos, montando un barullo transversal que no va a ningún lado. Y lo siento especialmente por la gente que puso su confianza en ellos, pensando que podrían traer una nueva forma de hacer política. Es verdad que a su manera lo hicieron: inventar, inventaron una nueva forma de hacer política, que se basa principalmente en coger a un policía y enseñarle una pegatina de En Marea para librarse de una multa, pero me temo que no es lo que esperaban sus votantes. Igual querían otra cosa.

Están consiguiendo que el PSOE y el BNG parezcan partidos serios y capaces de centrarse en hacer oposición a PP, que es para lo que están. Y están convirtiendo la legislatura en un paseo por el campo de Feijóo. Una pena.

La imagen que ofrecen es la de un equipo hecho a boleo, por sorteo, que suele acabar mal cuando no pueden entenderse entre ellos y van por la vida aireando sus enfrentamientos, amenazando a la policía y pidiéndose las dimisiones unos a otros. Parecen una banda de desequilibrados, y así no se llega a ningún sitio, como están demostrando cada día.

Imagino que lo pagarán caro. Sería lo justo. a la política se llega para hacer algo por la gente a la que se representa, no para medirse los pipís, que es lo que están haciendo. Convertir debates internos en peleas de gallos no es la mejor manera de encontrar la confianza del pueblo, creo yo, pero igual me equivoco. No tienen líder, no tienen equipo ni tienen ninguna otra cosa más que una lista de gente malencarada y chula, un grupo de kamikazes que van por la vida dándoselas de Terminator.

Pues habrá que aguantarlos hasta las nuevas elecciones, en la que los votantes le darán a cada uno exactamente lo que se merece, que en este caso es nada.

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