En ese camino que ha hecho que Kia haya pasado a ser en apenas dos décadas de una marca prácticamente desconocida en España a convertirse, el pasado ejercicio, en líder de ventas en el mercado español de particulares por segundo año consecutivo, el Sportage siempre se ha mantenido como un pilar fundamental en la gama del fabricante coreano.
Por ello no es de extrañar que a la hora de desarrollar la quinta generación de este modelo, Kia haya decidido echar el resto, con el fin de lanzar al mercado un vehículo que llega dispuesto a convertirse en un referente en su segmento, gracias a la combinación de una estética muy personal con unas excelentes cualidades dinámicas y un alto nivel tecnológico.
La variante del Kia Sportage que llega estos días a los concesionarios oficiales de la marca en España está diseñada y desarrollada exclusivamente para el mercado europeo. Se trata de un modelo de 4,5 metros de largo, que incrementa sensiblemente su tamaño con relación a su antecesor, lo que se traduce en un interior muy amplio y con una generosa capacidad de carga, ya que su maletero en las versiones de combustión parte de un volumen de 591 litros.
En la primera toma de contacto con este modelo hemos conducido la versión 1.6 TGDi con cambio manual y 150 caballos y la híbrida de 230 caballos. En ambas versiones, el tacto de conducción es prácticamente el mismo, destacando por un comportamiento noble y predecible.
Pero esa funcionalidad en cuanto a tamaño viene acompañada de un dinámico comportamiento en carretera, marcado por su excelente tacto de dirección y unas suspensiones que se muestran muy equilibradas independientemente del estado del firme de la carretera por la que se circule, tal y como hemos podido comprobar en la primera toma de contacto al volante de este modelo.
IMPRESIONES. Antes de subirse al nuevo Kia Sportage lo primero que llama la atención es su particular estética, marcada por un llamativo frontal en el que tienen especial protagonismo las luces diurnas en fomar de boomerang.
Las versiones de acabado GT Line se diferencian además por ligeros retoques en la carrocería que le aportan una estética más deportiva, al cambiar, por ejemplo, algunas molduras cromadas por otras pintadas en el mismo color de la carrocería.
Esa imagen poderosa del Kia Sportage en su parte delantera también se manifiesta en la zaga, donde el nuevo modelo mantiene un cierto aire de familia con el EV6, gracias a unos grupos ópticos elevados y que ensalzan el generoso portón que da acceso a la zona de carga.
Pero si en su aspecto exterior el nuevo SUV de la marca coreana difícilmente deja indiferente a nadie, es en el interior en donde realmente se vuelve sorprendente gracias a unos acabados que dan una buena sensación de calidad percibida, acompañada de una imagen muy tecnológica gracias a la adopción de dos grandes pantallas digitales curvadas, perfectamente integradas entre sí.
COMPLETA GAMA. La amplia y variada gama en la que está disponible el nuevo Sportage constituirá, sin duda, otra de las razones de su éxito. La familia se estructura en torno a cuatro niveles de acabado —Concept, Drive, Tech y GT Line— con la particularidad de que las versiones más básicas incorporan ya de serie un completo equipamiento de ayudas y asistentes a la conducción.
La gama de motorizaciones tampoco le va a la zaga, ya que los clientes de este modelo podrán elegir entre un amplio abanico de opciones, tanto en motores de combustión —gasolina o diésel—, variantes microhíbridas, híbrida convencional e híbrida enchufable, aunque esta últimas no llegará a los concesionarios hasta dentro de un par de meses.
En el interior es donde el Kia Sportage marca las mayores diferencias con relación a sus rivales más directos. La calidad de los materiales es, en general, muy buena y los asientos se muestran amplios y muy cómodos.
Las versiones de gasolina se articulan en torno al motor 1.6 TGDi de cuatro cilindros, del que se ofrecen una variante de 150 caballos y cambio manual de seis velocidades; una versión microhíbrida de 48 voltios, con cambio manual o automático, de similar potencia, y una versión de 180 caballos, también de 48 voltios.
Las variantes diésel recurren al bloque 1.6 CRDi, que en su versión de acceso ofrece una potencia de 115 caballos, mientras que la variante microhíbrida de 48 voltios desarrollada 136. En este caso, la transmisión es manual en la variante menos potente, mientras que en la otra se puede elegir entre un cambio manual de seis velocidades o el automático.
Por último, la gama se completa con una variante híbrida 1.6 HEV de 230 caballos, siempre con cambio automático, pero que permite elegir entre un sistema de tracción delantera o permanente a las cuatro ruedas.
La gama se estructura en torno a los niveles de acabado Concept, Drive, Tech y GT Line. En todos ellos el equipamiento resulta muy amplio, destacando la generosa dotación de sistemas de ayuda a la conducción.
La gama se completará totalmente cuando a finales del mes de abril llegue al mercado la mecánica híbrido enchufable. En este caso, el Kia Sportage recurre también al motor gasolina de 1.6 litros, aunque el sistema electrificado le permitirá ofrece una potencia de 265 caballos que se transmitirán al suelo a través de un sistema de tracción integral.
En cuanto a precios, la gama del Kia Sportage está disponible en un abanico que va desde los 23.500 euros del más básico a los 44.600 del tope de gama.
LA GAMA
Gasolina
1.6 TGDi: 150 CV
1.6 TGDi 48v: 150 CV
1.6 TGDi 48v: 180 CV
Diésel
1.6 CRDi: 115 CV
1.6 CRDi 48v: 136 CV
Híbrido
1.6 HEV: 230 CV
Híbrido enchufable
1.6 PHEV: 265 CV
Precio
Desde 23.500 euros
CONCESIONARIO EN LUGO
