Una de las decisiones más importantes que debe afrontar el comprador de una vivienda es la elección de hipoteca. Muy pocas personas disponen de capital suficiente para adquirir una vivienda sin endeudarse, por lo que el préstamo hipotecario se convierte en la única alternativa viable. Pero decidir no es sencillo; la elección depende de múltiples variantes que es preciso analizar. Un préstamo hipotecario es un compromiso a muy largo plazo que obliga a meditar a fondo. Aquí van algunos consejos:
1. Pedir solo lo necesario
La idea de "pedir de más para ir sobrados" es un error. Los préstamos han de devolverse íntegramente y siempre llevan asociados unos intereses. Nunca conviene endeudarse más de lo necesario.
2. Elegir una cuota cómoda
Aunque se tengan ingresos suficientes, hay que afinar siempre la cuota para ir desahogados con los pagos. No es aconsejable que la cuota sea superior a un tercio de los ingresos globales. Siempre puede haber imprevistos y, a mayor cuota, mayor posibilidad de impago.
3. Atención con el plazo del préstamo
Cuando se alarga el plazo de un préstamo la cuota mensual disminuye, porque queda repartida en más mensualidades. Pero eso lleva aparejado un aumento en los intereses: mientras más largo sea un préstamo, más intereses se pagarán. Es cuestión de sopesar y alcanzar un equilibrio.
4. Tipo de interés
Las hipotecas pueden ser de tres tipos: fijo, mixto y variable. En las fijas siempre se paga lo mismo, pero las condiciones suelen ser más caras. En la hipoteca de interés mixto se paga una cuota fija durante unos años y el resto queda sometido a revisión anual. La hipoteca de tipo mixto y la variable son más ventajosas en la situación económica actual, pero siempre debemos tener en cuenta que están expuestas a los movimientos del Euríbor. De nuevo, es cuestión de valorar pros y contras.
5. Atención con el diferencial
El tipo de interés asociado una hipoteca se calcula sumando dos conceptos: el Euríbor más el diferencial. El Euríbor lo fijan un importante número de bancos europeos, pero el diferencial lo establece cada entidad de crédito según su criterio. Es importante analizar este dato porque de él dependerán las revisiones anuales de cuota del préstamo hipotecario.
6. Amortización anticipada
Amortizar capital siempre es interesante porque es una forma de reducir la deuda, pero suele llevar un gasto añadido: la mayoría de bancos piden alguna compensación por desistir de las cantidades pactadas inicialmente.
7. Resolver dudas antes de la contratación del préstamo
No firme nada que no entienda. Una hipoteca es un compromiso muy serio y todos los conceptos deben quedar perfectamente claros antes de firmar.
8. Atención con los préstamos poco convencionales
El mercado de hipotecas presenta múltiples variables, algunas adaptadas para posibles situaciones de insolvencia. Lea atentamente la letra pequeña.
9. Si hay dificultades, acuda a su banco
Si por algún motivo no puede hacer frente a alguna mensualidad de su hipoteca, hable con su banco. A ninguna entidad le interesa toparse con impagos y hará lo posible por encontrar una solución.
10. ¿Endeudarse en otras divisas?
Si sus ingresos habituales son en euros, no resultará aconsejable pactar un préstamo en otra divisa porque estará sujeta al cambio y esto implica un riesgo.