DE PEQUEÑO tenía un triciclo en casa, pero en lugar de andar en él lo tumbaba, me sentaba en la rueda que quedaba en el aire, agarraba el manillar como un micrófono y cantaba. Cantaba mucho, yo. Mi hermano no tanto. Menos cuando tenía fiebre: cuando se ponía parlanchín y, para colmo, empezaba a…
calendar_today 25/jun./18