Opinión

Parece que fue ayer

PARECE QUE fue ayer cuando las mareas pintaron con plastidecor un mapa político trazado a lápiz bicolor, con la ayuda de tres tipos atrevidos que quitaron el traje y la corbata a las ciudades coruñesas para conjuntarlas con boina y gafas de sol. Y también semeja que hace poco que ese colorido, en vez de distribuirse apaciblemente como en los arco iris que tan acertadamente enarbolaron en las fachadas, se fue emborronando hasta desdibujar la sonrisa de sus autores. Incluso la de Luís Villares, fiel retrato esta semana de esa obra inacabada —la peor pesadilla de un artista— que fue el rupturismo en Galicia, sin rastro de aquel esbozo que ilusionó al público hace 4 años. Prácticamente, ayer.

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