Opinión

Centro Gallego

LA VENTA del Centro Gallego de Buenos Aires a una empresa privada puede entenderse como una consecuencia en el tiempo de los cambios en los destinos de la emigración gallega desde mediados del siglo pasado. Buenos Aires, la 'Quinta Provincia', como La Habana, fueron ciudades próximas y familiares para toda Galicia, mucho más que cualquier otra ciudad de la Península. El Centro Gallego de Buenos Aires, con la presencia del exilio que provocó la Guerra Civil, representa un valor histórico para toda Galicia, como La Habana, donde sonó el Himno. El Centro Gallego bonaerense fue y debe ser en la memoria de todos los gallegos un símbolo de una colectividad y un espacio que mantuvo viva la llama de la cultura y de la reivindicación de los derechos de Galicia. Hay una tarea pendiente, ligar con Galicia, desde el interés común y sin folclorismos trasnochados, a las generaciones que descienden de aquellos emigrantes. Es una potencialidad que Galicia tiene en el mundo, en América. Aprender de los intentos fallidos debería ser un impulso.

Manxares
La feria agroalimentaria que se celebró en Melide el pasado fin de semana marca un camino para el sector primario. Dar valor añadido al propio producto, a la materia prima, y apostar decididamente por la calidad diferenciadora, que posicione, y la comercialización son pilares fundamentales para generar actividad de futuro en el medio rural y para asentar población. Es el impulso a la actividad económica con la educación y una política de apoyos de las administraciones la que creará futuro frente a planteamientos cortoplacistas de economía subvencionada que se agota en sí misma y no resuelve las carencias de fondo. La feria Manxares del pasado fin de semana en Melide mostraba la potencialidad que existe de futuro en el rural gallego si se siembra y abona la innovación transformadora y la apuesta por la comercialización.

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