Opinión

Efectos especiales

CONDICIONAR LA CONTINUIDAD a una consulta a las bases después de la compra de un chalé es la copia o parte II, que siempre son peores en el cine que la primera, de aquel golpe de Felipe González para que el PSOE se olvidase de devocionarios marxistas. Ahora es el salto del espíritu del  15-M al sueño del chalé, emblema de las clases medias que las correcciones de la socialdemocracia crearon en el capitalismo. Nombrar consejeros de la Generalitat a quienes no pueden ejercer por huidos en Bélgica o por encarcelados es efectos especiales.

El nacionalismo independentista sigue situado en su nube, confundiendo su postura con la del conjunto de catalanes y el interés de Cataluña, como le recordó Xavier Domènech a Quim Torra en un buen discurso del portavoz de Catalunya en Comú en el debate de investidura. Pero en la política de efectos especiales no hay espacio ni tiempo para el debate de fondo. Interesa la respuesta que surge de la impresión. De la apariencia. Se busca legitimación en el puro populismo cuando se pide una consulta a la militancia o a las bases o como se quiera denominar por el líder que ha comprado un chalé. Como son un brindis a la nada los nombramientos de consejeros que acaba de realizar el nuevo presidente de la Generalitat. Estamos en una representación: el intento de legitimación ante la opinión pública de Puigdemont como legítimo presidente de la Generalitat, en el exilio, mientras Quim Torra es un accidente por una situación extraordinaria que le imponen desde el exterior. ¿Hay mimbres en la política española para cortar esta descomposición de la acción y la gestión política? Frente al caso catalán hay motivos para ser escépticos.

Los autodenominados constitucionalistas aparecen divididos aunque el líder de Ciudadanos, que es el agente rompedor, se esfuerza últimamente por enviar un discurso de responsabilidad de Estado, que no ha demostrado. Puigdemont quiere volver a su chalé de Bélgica y Pablo Iglesias que se lo bendigan las bases. Política de chalés.
 

Comentarios