Opinión

Filosofía también en el periódico

REIVINDICAR, y con razón, la filosofía en la enseñanza es una opción decidida para contar con ciudadanos que dispongan de las herramientas suficientes para poder formar sus propias opiniones. Una tarea que es hoy más necesaria que nunca para que no se asienten los caminos de la "no libertad" (Timothy Snyder, el catedrático de Yale que con Tony Judt "pensó el siglo XX"). Un grupo de profesores lucenses de Filosofía, agrupados en Doxa, publican semanalmente los sábados un artículo de opinión en El Progreso. Aparece aquí al lado, en esta misma página.

Podríamos decir que la misma responsabilidad que pide la filosofía en la enseñanza exige la presencia de esta en los periódicos. El filósofo, como hacen semanalmente los miembros de Doxa en El Progreso, puede y hasta debe analizar en los medios de comunicación el acontecer general desde su perspectiva y desde las claves del pensamiento, una tradición occidental que corre riesgo. Puede aportar material divulgativo, didáctico. Y el filósofo puede realizar sobre determinados acontecimientos de la actualidad su relato en unas claves diferentes a las del profesional del periodismo.

Es dar valor añadido. Esa doble tarea, que no es nueva en la tradición de los pensadores occidentales, es un aporte enriquecedor para los periódicos y para los lectores. Para contribuir a una sociedad plural y abierta. Eichmann en Jerusalén es el resultado de las crónicas para el New Yorker de Hannanh Arendt sobre el juicio a la cabeza diseñadora de la solución final. Una buena selección de los artículos que los miembros del Grupo Doxa publicó en El Progreso a lo largo de los últimos seis años aparecen ahora en un libro que edita la Diputación de Lugo. Ese libro que publica la Diputación es una contribución para que esos trabajos permanezcan para la consulta y la lectura más allá de la temporalidad de un periódico.

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