Opinión

Portazos sonoros

EL MONOTEMA de Cataluña marcó la atención política esta semana e incrementará su presencia en la próxima. La precampaña en la que entraron  los partidos no habla de temas locales, sacude, tras la experiencia de Andalucía, el problema catalán. Pablo Casado lo dejó claro para arrancar las municipales gallegas: línea dura con los gobernantes de la Generalitat, no hay nada que hablar. Ignora que Arteixo no es El Ejido.

Salvo más 155 y suspender la autonomía no formuló propuesta alguna para salir de ese círculo cerrado en el que se agrava el problema. De rupturas se ocupó la Cámara de los Comunes en Londres, con moción de no confianza de los conservadores –de los suyos– a la primera ministra Theresa May. Sobre ruptura se reunieron en Bruselas, con momentos de encontronazos personales, para que la salida de Londres de la Unión Europea no acabe en un auténtico portazo, que produzca peores consecuencias económicas para todos cuando hay unanimidad en avisar de que entramos en desaceleración.

Equivale a decir que se aproximan vacas flacas. Pero entre Londres y Bruselas se continúa hablando, aunque salvo "iluminación divina" –António Costa dixit–, no parece que haya mejor acuerdo posible para el divorcio. Significa que la separación de Londres será a lo bruto: ahí te quedas. Para el caso doméstico español con Cataluña, todo muestra que no bajó la tensión con las políticas de disposición al diálogo de Pedro Sánchez. No se quiere hablar.  

El enredo con la fórmula para el encuentro en Barcelona —entrevista entre solo presidentes o sentada de cumbre bilateral de dos gobiernos— con ocasión del Consejo de Ministros, dice a las claras que no hay voluntad por parte de lo que Torra pueda representar. Tampoco la hay en la oposición a Sánchez. Hay demasiados pilotos al volante de coches sin freno, según lo ve Jordi Évole. El choque parece seguro. Pero sobre la realidad de la pluralidad, que está ahí, es un engaño la ficción de la uniformidad por vía coercitiva, como escribe el nada dudoso Lorenzo Bernardo de Quirós.
 

Comentarios