Opinión

Responsabilidad de unos y otros

El ejercicio de responsabilidad en esta circunstancia obliga tanto a quien accede al Gobierno, conocedor de que genera temores, como a los responsables del PP que si no tuvieron la generosidad y el sentido de Estado para evitar la moción de censura —en sus manos estuvo— no pueden cuestionar ahora la legitimidad democrática de la misma. Responsabilidad que exige a opinadores y portavoces diversos evitar la frivolidad y la demagogia que no repara en la munición que lanzan, como la de recurrir al golpe de Estado, para desacreditar a Pedro Sánchez y al Gobierno que pueda formar. La situación, y el interés del país, no necesita añadir más ingredientes de inestabilidad.

PEDRO SÁNCHEZ está en su derecho a exigir que se le juzgue por los hechos, por su acción de gobierno, y a exigir la misma cortesía temporal que se aplica a cualquier otro gobierno. No ha de olvidar que, aunque le acompañe toda la legimitidad, su acceso se produce en circunstancias extraordinarias —hubo más un no a Rajoy que un sí a Pedro Sánchez— y en la pluralidad de sus apoyos no debería caber la concesión a ciertas políticas populistas y rupturistas en sentido real que, como si se tratase de un programa compartido, plantean algunos. No puede haber concesiones a los riesgos de inestabilidad. Hilar y sostenerse de forma equilibrada en esa pluralidad de apoyos que tuvo en la moción de censura frente a Rajoy —que es eso, moción a Rajoy— es el gran reto de quien está llamado fundamentalmente a convocar elecciones en un plazo razonable.

EL PARTIDO POPULAR ha de abandonar ya el tiempo pasado y asumir las tareas que tiene pendientes y para las que hubo resistencia. Hoy por hoy la fortaleza del PP forma parte de la estabilidad. Han de hacerse creíbles en la regeneración, con rostros nuevos que cuenten con currículum avalado. ¿Es el tiempo de Feijóo? Probablemente no tengan otra opción.
 

Comentarios