Opinión

Salirse de madre, antes y ahora

LAS CRÍTICAS y la intensa polémica por la compra del chalé de los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias e Irene Montero ha superado límites de proporcionalidad y racionalidad. Donde no hay duda que la cuestión se ha salido de madre es en las redes sociales, con abundancia de memes en muchos casos ofensivos. Nada, por otra parte, que no acontezca habitualmente ahí con el insulto o la demagogia grosera, justo donde quisieron anunciarse o verse nuevos espacios para el debate en libetad. Nada debería tener de extraordinario que una pareja, que además espera hijos, adquiera un chalé de forma transparente. Pero si esto es cierto, también lo es la incoherencia con el discurso que mantuvo Pablo Iglesias frente a la socialdemocracia que ocupó poder. La gente que vive en un chalé estaba aislada de la normalidad.¡Pobres clases medias urbanas! No es, pues, la compra del chalé el motivo de la polémica. Es la incoherencia por un discurso que era tan excesivo y tan salido de madre como las críticas que recibe ahora el líder de Podemos por la compra de esa casa. En todo caso, bienvenidos sean los dirigentes de la nueva izquierda a la normalidad de la vida, como adquirir una vivienda acogedora, algo que no guarda relación alguna con las posiciones ideológicas. La izquierda que irrumpe, si abandona el populismo, deberá reconocer que la defensa de sus posiciones no implica militar en la pobreza como forma de vida. Debería tomar nota de que antes de los excesos verbales para desprestigiar a la "vieja política" habrían de diferenciar entre ostentación y normalidad o entre ir a la política para hacerse rico —como sucedió y no solo con aquel popular de Valencia— y las remuneraciones acordes a las responsabilidades. Con domicilio en un chalé se puede seguir denunciando a quien se hace y comporta como nuevo rico en la política o al que da o va a por el pelotazo.

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