Opinión

Sanción disuasoria

EL 6 Y 7 DE ENERO hubo un grave problema en la A-6, en tramo de peaje, a causa de la nieve, del proceso de información a los automovilistas y de las medidas adoptadas por la concesionaria frente a la situación metereológica. Entre otras consecuencias negativas, dejó a muchos automovilistas bloqueados en la nieve durante la noche. Sucedía esto en un retorno vacacional con familias en los coches. Provocó una intensa polémica en los medios que alimentó y acrecentó la falta de tacto del director general de Tráfico y del propio ministro del Interior.

El Ministerio de Fomento, responsable de la concesión de la A-6 a la empresa Abertis, anunció investigación y sanciones para la concesionaria. La montaña ha parido ya el ratón sancioandor. Toda una multa por importe de 1.200 euros que, como cualquier ciudadano comprende, es suficientemente disuasoria para que Abertis actúe de forma eficiente ante una futura situación parecida. Podría costarle 1.200 euros más. Fomento, con Íñigo de la Serna al frente, es una auténtica caja de sorpresas, al menos en Galicia o en dirección a Galicia. A pesar de que venimos con O Fiouco y su ‘desfeita’ en la A-8, anterior al señor de la Serna, aunque él se sumó —¡solo faltaría!— al anuncio de soluciones. Aquel problema de la A-6, aunque en tierras castellanas, afectó a los automovilistas que regresaban tanto de Galicia como de Madrid.

Sancionar con 1.200 euros a la empresa concesionaria es mucho peor que haber archivado el caso o haberlo dejado pudrirse en las carpetas de la burocracia. Después de esta sanción, y de las explicaciones que en su momento dieron tanto el responsable de Tráfico como el titular de Interior, lo mejor que se puede hacer son rogativas para que el tiempo no traiga situaciones de complicación en las carreteras que exijan la actuación preventiva de la Administración o de la empresa concesionaria. Concesión es cobrar peajes.

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