Opinión

Navidad en Camelle

FUENTEOVEJUNA, LA obra teatral de Lope de Vega, es un canto a la unión solidaria del pueblo que se rebela contra el atropello y la injusticia y mata al Comendador para vengar la afrenta que causó a la joven Lucrecia. Fue la respuesta del pueblo unido "—¿Quien mató al Comendador? —Fuenteovejuna, Señor. —¿Quién es Fuenteovejuna? — Todo el pueblo a una" contra los abusos de un personaje libertino que ofende a todos en la persona de su vecina.

La pieza de nuestro dramaturgo del Siglo de Oro marcó tendencia en muchos pueblos, como ocurre ahora en Camelle donde los vecinos –"todo el pueblo a una"– están escribiendo una hermosa versión de aquella obra singular. En este caso se unen, no por venganza, sino para ayudar a su Lucrecia peculiar, la vecina Tatiana Alves y a los dos hijos —el tercero está en camino— que acaban de perder al joven marido y padre, que era el alma y el sustento material de la familia.

La solidaridad de los pueblos marineros es proverbial, siempre está ahí y aparece cuando hace falta. Impresionaba ver el dolor de los vecinos de Camelle ante la tragedia de esta familia y su desfile incesante por A Pergoliña, la asociación promotora de la ayuda.

La solidaridad de los pueblos marineros es proverbial, siempre está ahí y aparece cuando hace falta, como en este caso con Tatiana Alves y sus dos hijos –el tercero está en camino–

Unos para entregar su aportación económica —¡hasta pensionistas que cobran 500 euros al mes!— para comprar la casa que "os nenos non teñen e, euro a euro, ímoslla dar nós", dice la vicepresidenta de la Asociación. Otros para ofrecer su trabajo de albañilería, carpintería, fontanería o electricidad para acondicionar la vivienda. "Unha xente ten cartos, outra vontade e outra arrima o seu traballo", apostilla la dirigente vecinal.

Este gesto solidario también prendió en muchas asociaciones y entidades, en deportistas, profesionales y empresas de otras localidades de Galicia que ofrecieron su colaboración para que la viuda y los huérfanos puedan salir adelante.

Quiso el destino que el levantamiento solidario de este pueblo unido coincida con la Navidad, unas fiestas entrañables, de viejas tradiciones y arraigadas costumbres, de esperados retornos, ansiados encuentros y gratas reuniones familiares en los hogares.

Esta Navidad será triste para Tatiana y sus niños, aunque la ausencia del marido y padre será más llevadera con el calor y el cariño que les dan sus vecinos que están enviando al mundo la mejor postal navideña, la del Camelle solidario y generoso transformado en un gran Belén que acoge y arropa a una familia tocada por la desgracia. Feliz Navidad para todos.

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