Opinión

¿Volveremos a las andadas?

SIRI HUSTVEDT, premio Princesa de Asturias 2019, infectada por el virus, contaba su confinamiento en un relato desgarrador (El País, 4 de abril) que brotó de su pluma entre las "tres semanas de negación irracional" del presidente Trump y la incertidumbre pospandemia.

"Desde el comienzo de mi enfermedad estoy encerrada en casa..., vivo en suspenso, con miedo. La ciudad que recuerdo —Nueva York— ha desaparecido, igual que un sinnúmero de ciudades de todo el mundo que se han convertido en caparazones, vacíos de vida".

En la narración, la escritora estadounidense cita a Francis Grim-ké: "Ha golpeado a tantos que es imposible atenderlos... y ha demostrado ser mortal en tantos casos que ha sido imposible cavar tumbas para enterrarlos a todos. Nuestra ciudad ha sufrido por ello y ha hecho necesario cerrar las escuelas, teatros e iglesias y prohibir reunirse tanto en interiores como al aire libre", palabras que tienen toda la fuerza expresiva para describir la situación generada por el Covid-19.

Pero Francis Grimké era un pastor de la Iglesia presbiteriana en Washington DC en 1918 y se dirigía de esa forma a sus fieles al aparecer la "gripe española" que mató a unos 50 millones de personas. Esto quiere decir que, en cuestión de pandemias, la historia se repite.

Ahora mismo estamos políticamente desunidos, sanitariamente con el miedo en el cuerpo y la economía está destrozada

Desde 1918 la humanidad alcanzó progresos espectaculares, pero los humanos somos igual de vulnerables y un siglo después estamos combatiendo esta pandemia con las mismas armas de nuestros antepasados: distancia de seguridad, mascarillas, mucha higiene y evitar aglomeraciones, recomendaciones de las autoridades como atestiguan la prensa y las fotografías de la época.

¿Cómo saldremos de esta? Imagino el futuro, dice Siri Hustvedt, y se pregunta si será una restauración de lo que hubo o una realidad distinta. Los estragos de las enfermedades infecciosas parecen siempre los mismos, pero aprendemos poco de ellas. ¿Volveremos a las andadas? "Tal vez del coronavirus saldremos más técnicos, dice Manuel Vicent, pero igual de egoístas, idiotas, generosos, torpes, perplejos, crueles y piadosos". Es decir, saldremos tal como somos.

Seguro que no saldremos más fuertes, como dice la propaganda oficial. Ahora mismo estamos políticamente desunidos, sanitariamente con el miedo en el cuerpo y la economía está destrozada, con empresas cerradas, trabajadores parados y la incertidumbre instalada en las entrañas de la sociedad.

"Las plagas —concluye Siri Hust-vedt— son unos igualadores maravillosos, siempre que les hagamos caso". Siempre que aprendamos su lección, que no parece ser nuestra opción.

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