Opinión

Alcoa: Bildu/ERC

HASTA ahora, toda la bulla que engendra el futuro de Alcoa no es más que desconfianza e incertidumbre, y de la incertidumbre al fracaso solo hay un paso, con o sin rima. Depende de si se sabe o no encauzar el ruido y el miedo hacia planteamientos viables, que debiera haberlos. Los reproches y peloteos partidistas nada resuelven, como nada resolvió el Gobierno desde que se le demandaron remedios, como, por ejemplo, aprobar el estatuto electrointensivo, necesario para reajustar a la baja la tarifa eléctrica y hacer viable la competitividad de la multinacional en el mercado. Todo se sustanció en el ya veremos, mirando para otro lado, hasta que la multinacional estadounidense optó por lo que hacen todas cuando sus empresas dejan de ser rentables: cerrojazo. Dicen los que saben que el Gobierno tiene, si quiere, en su mano evitarlo, incluso nacionalizando Alcoa como último recurso de supervivencia. Pero como este Ejecutivo no merece la más mínima confianza, y solo actúa en beneficio propio, en aras de su supervivencia, todo acabará diluyéndose en la insolvencia. Salvo, claro está, que no le aprieten los tornillos quienes tienen la sartén por el mango, que antes esos si se envilece. Por eso que la solución está en que tomen cartas Bildu y ERC. Broma sí, pero con trasfondo muy serio.

Comentarios