LA INEXPLICABLE esfumación de Gabriel mantiene en vilo al país. En España son alrededor de setecientos los niños desaparecidos de los que no se tiene noticia alguna. El cincuenta por ciento son por fuga, y el resto debido a causas diversas. De alguno de ellos nunca más se supo, como ocurrió con David Guerrero, de 13 años, el "niño pintor". Su paradero se desvaneció en Málaga en 1987 cuando iba a la exposición de su primer cuadro. No hubo pista que seguir: continúa siendo un misterio casi 30 años después. Tan o más enigmático es el caso de Santiago Fernández Yáñez, de dos años, del que no se tiene noticia desde su desaparición en 1968 en Sena, feligresía del concejo asturiano de San Antolín de Ibias, con un pie en Navia de Suarna. En junio de ese año había llegado desde Madrid con su madre para las vacaciones en casa de sus abuelos, y el 14 de julio se lo tragó la tierra sin dejar ningún rastro. Cuenta Margarita Landi, en su Crónica sangrienta que la última pista se perdió mientras jugaba con su hermano de 6 años, en un instante en que su madre fue a por agua. Su abuela también estaba ausente ese día, asistiendo precisamente a la feria de Navia. Toda búsqueda fue inútil.
