Opinión

Financiación

INNEGABLE ES que en el debate sobre la financiación de las comunidades autónomas hay mucho postureo (tan de moda), en donde cada cual arrima el ascua a lo que le conviene, pero también hay injusticias. Más que eso, tomaduras de pelo. Regiones que se salen del tiesto, traspasando los límites de gasto, bien sea por descontrol o por malgastarlo en chucherías varias, y al final pretenden que los que cumplen lo establecido paguen sus excesos. Y el Gobierno central, por ganar (o no perder) votos ni apoyos parlamentarios, casi siempre prefiere ceder, premiando a los transgresores, lo cual sienta un mal precedente, que anima a seguir en la misma línea de desaforo, o avanzando en audacia.

¿Cómo se evita? Frenando la saciedad, mostrándose firmes como Núñez Feijóo, denegando la quita de deuda a los incumplidores. Confía, claro, en que el ministerio no ceda; si lo hace, dice, sería un riesgo moral y económico. No falta quien interprete su actitud como un desafío a Rajoy, pero en realidad es su obligación, guste más o guste menos al presidente del Gobierno, en la delicada posición de contentarlos a todos. A cada cual lo suyo. La vaquiña por lo que vale.

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