Opinión

Malversación

EL ABANICO de apreciaciones (imprevisión, desidia, negligencia…) para conceptuar la dejadez del gobierno municipal en lo referido al atasco, no funcionamiento de varios servicios, tras inversiones millonarias en su equipamiento, se sustancia como una flagrante tomadura de pelo hacia el contribuyente y al ciudadano en general.

Leyendo la información de Xoán C. Vidal del pasado miércoles en este periódico, se deduce que, además, al margen de consideraciones legales, éticamente tiene el nombre de malversación. La RAE precisa que malversar es "apropiarse o destinar los caudales públicos a un uso ajeno a su función". Y si muchos de los equipamientos adquiridos en los últimos años nunca se usaron, son inoperativos o se comportan como si no lo fuesen, es un despilfarro de dinero público, con los agujeros que hay sin tapar.

El sistema para fichar en el Concello (40.000 euros hace diez años), agendas PDA de la Policía Local pudriéndose en un armario, centralita y equipos de localización por satélite (cerca de 50.000 euros hace 13 años), cámaras de videovigilancia en O Ceao, paneles solares, pantallas informativas de los buses urbanos, etc., son prueba fehaciente.

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