Opinión

Martirologio

ELLOS SE prestan y dejan querer, los demás fabricamos… mártires. A este ritmo, el martirologio catalán acaba reventando el santoral. ¿No sería preferible mirar de soslayo ciertos episodios? No otorgándoles la atención que se les presta, acabarían por evaporarse en el delirio. Puigdemont, por ejemplo, si persiste se irá achicando con el tiempo en su refugio, olvidado incluso por los suyos. ¿Extraditar a Anna Gabriel desde Suiza? En realidad solo tiene pendiente con la Justicia su incomparecencia ante el juez. ¿No es mejor que se regocije en su exilio? Cuanto más lejos, menos posibilidad de dar la vara con sus fantasías.

Haber retirado de Arco las fotos pixeladas de los autoproclamados ‘presos políticos’ no es más que darles aire sin ninguna necesidad. Ya se sabe que no lo son, pero alimentar la ensoñación solo sirve para aportar dudas a escépticos sobre la libertad y demás zarandajas. Y a revalorizar la ‘obra’ en beneficio del autor, sin otro mérito que el oportunismo mediático. Son ganas de enmarañar aún más el enredo sin haber calculado ni las consecuencias ni la matraca que dan todos estos individuos (e individuas), solo pendientes de que se hable de ellos.

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