Opinión

Será divertido

SIEMPRE SE DIJO, y nadie lo desmiente, que la peor cuña siempre es de la misma madera. O del fuego amigo, como dicen ahora. Pedro Sánchez cambió un enemigo por varios. Todo presagia que las "amistades" peligrosas y diversificadas que le auparon a la Moncloa, con la única finalidad de echar a Rajoy, serán incómodas moscas cojoneras. Si osa dar lo que van a pedirle (nadie da nada de gorra), será monigote al ritmo del pimpampum; si se lo niega, marioneta de la componenda. O sea, que lo tiene crudo por mucho que nade y guarde la ropa. Si los políticos españoles, desde hace tiempo, no saben hacer otra cosa que pelearse (por el poder), la moción de censura no habrá sido el avío que ponga fin a las refriegas. Hay muchos intereses, más ocultos que a la vista, para que las arremetidas cesen, con el inapelable deterioro democrático, y fuste de la incoherencia, como la preconizada por los socialistas, documentada en hemerotecas y vídeos que circulan por la red, antes de encamarse con los "apestados" de Podemos e independentistas. Si no fuese porque se juega con las cosas de comer, y es muy serio, el enredo que se avecina será muy divertido. No darán tregua al aburrimiento.

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