SI ES verdad lo que dicen, y no se exagera en lo publicado, Lledoners, la prisión de los independentistas, es algo más que un circo. Habría que ver el show. Parece, según algunos funcionarios, que no es raro oír a Junqueras, a gritos por los pasillos de la cárcel, proferir exabruptos contra Puigdemont. "Este tío está loco" es uno de los comentarios más habituales del republicano, que no cita a Puigdemont por su nombre; lo hace llamándole "Puigmamón". En general, Junqueras no se priva de utilizar apelativos muy despectivos hacia el que fue su president. Sin esconderse de nadie no se recata en afirmar que "ha perdido la cabeza por completo", lo cual no revela nada de lo que ya se sabe. En realidad, ni cuando mandaban era pareja bien avenida. Guardaban las formas por conveniencia e intereses comunes, pero su "odio" mutuo había trascendido en más de una ocasión.
Claro que más que pendencias personales eran de partido. Por eso que los agravios de Junqueras no resultan tan extraños si como también ha trascendido, los presos del círculo del PDeCAT y de ERC ni siquiera se hablan entre los dos bandos. Siendo egoístas, el desentendimiento entre ellos podría ser una bendición...
