Pantón

Una puerta en un muro que más bien es una muralla. Entras, pero no estás dentro. Hay otra puerta y quizá otras: es un convento de clausura
Monasterio del Divino Salvador, en Ferreira de Pantón. VIAMAGICAE
photo_camera Monasterio del Divino Salvador, en Ferreira de Pantón. VIAMAGICAE

En el monasterio del Divino Salvador o de las Madres Bernardas, en Ferreira de Pantón, había y ojalá siga habiendo una pequeña colonia de cernícalos primilla, especie poco común en Galicia: hoy no los ve. El monasterio está protegido por un sólido y alto muro, casi una defensa militar, con una puerta con el escudo del Císter y una cruz en lo alto. Al franquearla, un señero ciprés que no tiene demasiado que envidiar al celebérrimo de Silos, muy cerca del ábside románico de la iglesia. Y no puede ir más allá, porque no es hora de visita, pero recuerda que hay un claustro y le parece recordar que era renacentista, esto último lo dice sin asegurarlo. También le hubiera gustado ver una imagen románica policromada de una apacible virgen con el niño en brazos. 

Siguiendo viaje, se detiene en San Miguel de Eiré, una iglesia alta y vertical, por lo que le recuerda a San Miguel de Lillo. ¡Caray, se acaba de dar cuenta  de que las dos están bajo la advocación de san Miguel! Supone que será sólo una casualidad. La portada es tan sencilla como elegante y bonita. ¡Qué joyas todas estas iglesitas románicas de la Ribeira Sacra

Y a la capital oficial de la Ribeira Sacra se dirige, nada menos que a Monforte de Lemos. Sube a lo más alto de ese monte fuerte, al monumental conjunto que forman el monasterio de San Vicente del Pino, la torre del castillo y el palacio de los Condes de Lemos, a uno de los cuales dedicó Cervantes la segunda parte de El Quijote y, entre las muchas glorias de la familia, quizá sea esta la primera. Hoy un magnífico parador ocupa buena parte del recinto, el viajero se conforma, qué remedio, con tomar una cerveza con patatas fritas y aceitunas en su cafetería. Otra visita obligada en la ciudad es la del colegio de Nuestra Señora de la Antigua, más conocido por los Escolapios, pues en él tiene esta orden su colegio. De estilo herreriano en amplísima plaza, se le conoce también como El Escorial gallego; es cierto que se parece algo, pero bueno… Se guardan en él cuadros de maestros de la pintura, sin ir más lejos, un Greco. Sobre el Cabe hay un puente viejo medieval, al que le dicen romano. 

Y del monte fuerte, al monte agujereado, es decir, de Monforte a Montefurado, en tierras de Quiroga. El túnel en el monte sí que lo hicieron los romanos, para desviar por él el curso del Sil y aprovechar así el oro que  arrastraban sus aguas. ¡Qué tíos estos romanos! 

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