En ruta por la esclerosis

Un francés con esta dolencia recorre cerca de 3.000 kilómetros del Camino desde Santiago para concienciar sobre la enfermedad
Philippe Lambert (izquierda), en Sarria con su compañero de peregrinación, Romain Quintin. PORTO
photo_camera Philippe Lambert (izquierda), en Sarria con su compañero de peregrinación, Romain Quintin. PORTO

Santiago es la meta de un viaje para los peregrinos, si bien Philippe Lambert quiso que fuera el inicio de una aventura que lo llevará a recorrer en bicicleta cerca de 3.000 kilómetros hasta Francia para concienciar sobre la enfermedad que sufre, la esclerosis múltiple.

El galo, de 56 años, comenzó el viaje este miércoles, jornada en la que completó los más de 100 kilómetros que separan Compostela de Sarria. Este jueves realiza la segunda etapa, con destino Ponferrada. Él no está solo en esta aventura, recorre el Camino de Santiago al revés con un amigo, Romain Quintin, mientras que su familia los acompaña en dos autocaravanas.

Lambert es el presidente y fundador de la asociación Defisep de la localidad Noeux-les-Mines (en el norte de Francia), la cual lucha por mejorar el día a día de las personas con esclerosis múltiple. Una enfermedad que él tiene desde hace "45 años" y por la que sufre temblores en las manos y problemas de coordinación, atención, concentración y memoria, según explica a su llegada al cámping Vila de Sarria.

Quiere "sensibilizar y concienciar" sobre la esclerosis múltiple, además de demostrar que se puede "vivir y convivir" con la enfermedad

Su dolencia no le impide marcarse como objetivo recorrer hasta el 8 de mayo los 2.864 kilómetros que separan Santiago de Noeux-les-Mines, los que suponen un total de 41.000 metros de desnivel. Para esta iniciativa cuenta con patrocinadores.

¿Por qué lleva a cabo esta aventura? Porque "estoy loco, cuando venía para España y veía las subidas que vamos a tener, es para locos", bromea. Ya serio, señala, que quiere "sensibilizar y concienciar" sobre la esclerosis múltiple, además de demostrar que se puede "vivir y convivir" con la enfermedad.

A él no le da miedo el reto con el que se enfrenta, para el que estuvo entrenando "cinco meses" en un hospital. Tras la primera etapa asegura que siente fatiga y cansancio en las piernas, pero "no me afecta más por la enfermedad".

Reconoce que la aventura será dura, como la subida a O Cebreiro, aunque desde esta localidad hasta Ponferrada ya irá "dulcemente", dicen entre risas Philippe Lambert y Romain Quintin. Este, su "mejor amigo", se animó a acompañarlo en esta hazaña y, además, es vicepresidente de la asociación Defisep.

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