Afundación acerca la educación financiera a los colegios gallegos
Educación financiera es saber qué es el euríbor, la inflación o un dividendo, pero también se extiende a conceptos que repercuten directamente en las finanzas personales, tales como el tipo de interés al que se firma un crédito, una hipoteca o al que se financian las compras con las tarjetas revolving, que en los últimos años han dado pie a un sinfín de reclamaciones judiciales y que se han saldado con personas directamente arruinadas, como le ocurrió, por cierto, a no pocos jóvenes que sucumbieron a los encantos cripto.
Por tanto, tener nociones en finanzas es fundamental para hacer la declaración de la renta, comprar casa o incluso para la correcta gestión de una cuenta bancaria, amén de no caer en estafas y engaños. Con el objetivo de acercar la educación financiera a los más jóvenes, Abanca, a través de su obra social, Afundación, impartirá diversas charlas en centros escolares de Galicia y el exterior para formar a escolares en nociones económicas tales como el ahorro, las criptomonedas y el trading.
Estas clases se entremezclan con otras conferencias de Abanca y el Gran Prix Financiero, un juego que trata de enseñar a los estudiantes "que o diñeiro non aparece por arte de maxia", en el marco de unas actividades que llegaron el curso pasado a 202.492 educandos.
¿Finanzas como asignatura?
España es, según el último barómetro de la Unión Europea, el cuarto país con menos educación financiera de entre los Veintisiete tras Rumanía, Portugal y Chipre. Y es que, según un reciente estudio del Observatorio Cetelem, solo el 44% de la población mayor de 18 años en España sabe lo que son el tipo de interés o la inflación.
Ante esta situación, tres cuartas partes de las familias españolas —el 77%— apoyan la creación de una asignatura de educación financiera en la Eso. En este sentido, según el informe Pisa 2022 los resultados de los estudiantes españoles se situaron por debajo de la media europea y, lo que resulta más desalentador, empeoraron respecto al anterior Pisa, realizado en 2018. Y todo ello en una época en la que anuncios de dudosas agencias de inversión y criptos que prometen rentabilidades por encima del 20% inundan las redes.
