La CNMV alerta sobre las estafas amorosas y comparte ocho banderas rojas: "Cualquier persona puede caer"

El supervisor explica cómo funcionan estos fraudes, que se esconden tras promesas afectivas que solo buscan quitar dinero a las víctimas
Las estafas amorosas se gestan a través de redes sociales, aplicaciones de citas o mensajes de texto. EP
Las estafas amorosas se gestan a través de redes sociales, aplicaciones de citas o mensajes de texto. EP

En el cada vez más amplio mundo de las estafas existe una modalidad que busca llegar al corazón de las personas para quitarles dinero. Son los timos amorosos o afectivos, sobre los que alerta la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Con ofertas de amistad o de una relación sentimental como gancho, los estafadores buscan conquistar a las víctimas para que inviertan dinero con falsas promesas de altos rendimientos.

Estos engaños suelen comenzar de una manera "muy inocente", conociendo a alguien a través de redes, una app de citas, un grupo de whatsapp de inversión o incluso mediante un SMS de alguien que dice que se ha equivocado de número. De inmediato, el intercambio de mensajes o llamadas se vuelve diario.

La otra persona "te bombardea con amor" o desarrolla contigo un vínculo no romántico, pero nunca hay un encuentro en persona. Se presenta como alguien rico que lo ha logrado invirtiendo en criptomonedas, oro, divisas u otros vehículos y te anima a seguir sus pasos.

Una vez que la víctima invierte en la aplicación recomendada, verá gráficas que indican que la apuesta está dando "enormes rendimientos", pero cuando quiere retirar su dinero no puede: "se ha esfumado", al igual que el 'nuevo amigo'. 

Las principales 'red flag'

"Estas devastadoras estafas dejan a los inversores con el corazón roto y los bolsillos vacíos", señala la CNMV, que comparte ocho señales de alerta o 'red flags' para evitar caer en la trampa. Hay que desconfiar si la persona manifiesta sentimientos intensos muy rápido, si evita quedar en persona poniendo siempre alguna excusa, si trata de no hacer nunca videollamadas, pide dinero o habla sobre oportunidades de inversión a la primera de cambio y promete ganancias elevadas con poco o nada de riesgo.

Ojo también si presiona para actuar rápido, insta a usar plataformas de inversión específicas, a menudo desconocidas y se resiste a permitir retirar dinero. Otro alarma es que trate de aislar a la víctima y convencerla de que no hable de la supuesta inversión como amigos y familia. 

Perfiles vulnerables

Desde el organismo que preside el lucense Carlos San Basilio señalan que estos fraudes pueden afectar a cualquier persona, independientemente de la edad, el nivel educativo o la formación. Las personas que viven solas o pasan mucho tiempo en redes son más vulnerables.

También las divorciadas, viudas o que viven lejos de su familia suelen estar en el foco de los timadores, que apelan a las emociones, los sueños o el miedo. En caso de caer en la trampa, el consejo es denunciar los hechos.