Así es la microjubilación, el fenómeno laboral que atrae a los jóvenes de la Generación Z
Consiste en hacer parones durante la carrera profesional para disfrutar de la vida y cargar pilas en un escenario en el que la juventud de hoy ya no tiene como gran prioridad conservar un trabajo estable. El problema está en el aspecto económico.
La mentalidad en torno a la dedicación al trabajo está cambiando. Cuando las personas que hoy acarician el ansiado retiro se iniciaban en el mercado laboral soñaban con encontrar un empleo para toda la vida y se plegaban a las condiciones que las empresas les imponían para conseguirlo. Esto no ocurre con la juventud de hoy, que hace más suya que nunca esa máxima de 'trabajar para vivir y no vivir para trabajar'.
Anteponen la conciliación y el disfrute de la vida a un contrato sin fecha de caducidad o un salario más alto. Non por vagancia –al menos no en todos los casos–, sino porque la escala de prioridades ha ido cambiando con el tiempo. En este cambio de filosofía ha emergido el concepto de microjubilación.
Se trata, a grandes rasgos, de hacer parones en la carrera profesional –ya sea durante semanas o meses– básicamente para descansar y exprimir la vida, ya sea viajando, dedicando tiempo a algún hobby, formándose o simplemente cuidándose, y en algunos casos realizando alguna tarea remunerada que aporte pequeños ingresos para seguir adelante.
Otro concepto del éxito
Es un fenómeno que encaja con la mentalidad de la llamada Generación Z, que engloba a los nacidos entre 1997 y 2010. Tienen otro concepto de lo que es el éxito en la vida y no les da miedo arriesgar un trabajo por lo que consideran su felicidad.
Las voces más críticas con su perspectiva dicen que no quieren trabajar o que están acostumbrados a tener de todo, pero lo que reivindican los más jóvenes es que necesitan tiempo para resetear la cabeza, conectar con aquello que les llena y cargas pilas para ser más productivos y creativos.
La figura de las mini jubilaciones ha sido popularizada por el empresario Tim Ferris, autor del libro La semana laboral de cuatro horas. Este emprendedor que fundó una empresa de suplementos para deportistas se sentía frustrado por tener que trabajar 14 horas al día y no disponer de vacaciones. Entonces decidió hacer un retiro de varias semanas por Europa y plasmó su experiencia en este libro.
Las redes expanden esta filosofía
Aunque en España es un concepto del que todavía no se habla mucho, hay jóvenes que ya lo están llevando a la práctica o que piensan hacerlo y lo comparten en redes sociales, lo que contribuye a que esta filosofía se expanda.
La idea con la que parten es que solo hay una vida y que esperar a jubilarse para disfrutarla no compensa. A día de hoy hay que tener cotizados más de 38 años para retirarse a los 65 con el 100% de la pensión y el razonamiento que hacen es que quizás para entonces su salud o su economía no les permitan tener el día a día que ahora no pueden disfrutar por trabajo.
E incluso se plantean: ¿y si no llego a la jubilación? Así que optan por el 'carpe diem' en lugar de pensar solo en el incierto futuro, apoyándose también en cuestiones de salud mental en un escenario en el que el síndrome del 'trabajador quemado' parece ir a más.
Realización personal y experiencias
"Los jóvenes priorizan la salud mental, la realización personal y las experiencias significativas por encima de un enfoque exclusivo en la longevidad y el progreso profesional", señala Guy Thornton, experto en tendencias laborales y fundador de Practice Aptitude Test.
La microjubilación parece haber llegado para quedarse, aunque hay quien duda de que sea sostenible en el tiempo, en buena medida por una cuestión económica. Hacer uno o varios parones laborales durante la carrera profesional puede ser una quimera para muchos si implica dejar de percibir ingreso alguno.
¿Cómo generar ingresos?
Aquí entra en juego el concepto de ingresos pasivos, que engloban aquellas actividades que generan beneficios económicos sin necesidad de tener que hacer algún tipo de trabajo en particular. Por ejemplo, alquilar o vender cosas, invertir en productos financieros o ser 'influencer'.
Lo que está claro es que es una aventura solo apta para valientes. O para personas que tengan un buen colchón económico.


