Así nos 'malendeudamos': de no controlar los gastos a tener 25 créditos a la vez

Ojo con abusar de las tarjetas y recurrir a préstamos para pagar otros préstamos. Los analistas de Agencia Negociadora citan los "errores" más frecuentes y evitables para no caer en el pozo
Las deudas llevan a más familias al concurso de acreedores. Pixabay
La deuda de los hogares españoles ronda los 681.500 millones de euros. PIXABAY

Hay ciudadanos muy cautelosos a la hora de tomar decisiones de endeudamiento y otros que, por desconocimiento, imprudencia o necesidad, acaban envueltos en una espiral de deudas. En el grupo de los primeros están los que escapan hasta de tener una tarjeta de crédito y entre los segundos se encuentran aquellos que echan mano de préstamos rápidos, microcréditos o tarjetas revolving sin medir las consecuencias y que acaban acumulando hasta una veintena de financiaciones. ¡O incluso más!

Tener presupuesto y colchón

En su ránking de malas prácticas financieras personales –elaborado tras examinar 750 expedientes de solicitud de agrupación de créditos– el primer puesto lo ocupa el descontrol de los gastos corrientes, donde suele estar el origen de todos los problemas.

No contar con un presupuesto para poder organizarse y disponer así de un colchón para evitar tener que endeudarse con financiaciones urgentes cuando surgen imprevistos es un mal puntos de partida, porque ahí empieza a formarse la bola.

No entender la financiación

Otro de los "pecados capitales" que detecta Agencia Negociadora  parte de "no entender qué es una financiación y para qué sirve". Se empieza pidiendo prestado para caprichos y se acaba pagando a plazos los gastos del mes, con lo que la deuda no dejará de crecer. 

Los analistas dan varios ejemplos: financiar el pago mensual de los préstamos personales con el uso de las tarjetas de crédito; tirar de ellas o de préstamos rápidos para hacer reformas en casa; financiar el día a día con el uso de tarjetas encontrándose con más de una docena de financiaciones; recurrir solo a tarjetas de crédito revolving para los gastos cotidianos o solicitar tarjetas para inversiones de gran importe como una obra o los estudios de los hijos en lugar de un préstamo personal, mucho más flexible y barato.

Hay casos llamativos en los que el nivel de endeudamiento sube de intensidad. Desde Agencia Negociadora han visto clientes con más de 25 financiaciones adicionales a su hipoteca. Piden sobre todo tarjetas de crédito para pagar otras tarjetas. "Cuando se dan cuenta del problema muchas veces es tarde e inevitablemente incurren en impagos", señalan.

Otros usuarios tiran de microcréditos para pagar recibos de préstamos. Y también se han topado con algún pensionista con hipoteca y otras 19 financiaciones.

La demora de los pagos

Los expertos también advierten de la repercusión de prácticas como pagar con retraso los recibos generando intereses de demora, no pagar premeditadamente las financiaciones para intentar que el banco autorice operaciones que antes negaba o no abonar la cuota de la hipoteca para que la entidad renegocie las condiciones.

Mezclar personal y profesional

No es bueno confundir la caja con el beneficio. "En muchos casos hay que cancelar financiaciones para furgonetas o ICOs con una hipoteca", advierten los expertos.

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