Autobuses GNC ‘made in’ Galicia

La carrocera compostelana Castrosua comenzó a fabricar ese tipo vehículos en el año 1992 y lleva ya más de 1.600

Modelo de Castrosua para el transporte de cercanías en su versión movida con GNC. EP
photo_camera Modelo de Castrosua para el transporte de cercanías en su versión movida con GNC. EP

Una cuarta parte de los vehículos que consumen gas natural en España son autobuses y muchos de ellos iniciaron su viaje en Galicia, aunque sean contados los que se quedan en la comunidad. La empresa compostelana Castrosua lleva 25 de sus 70 años fabricando carrocerías para el transporte de viajeros movidas con gas natural comprimido (GNC) y en ese tiempo, al principio como único suministrador de esos vehículos en el Estado, calcula que han salido de sus instalaciones más de 1.600. Algunos de los últimos se han ido a Madrid, Sevilla o Toledo, en un mapa de ventas que, aunque concentra la mayoría del negocio en España, ahora incluye hasta Corea del Sur.

Destinos aparte, más de un 45% de los vehículos que entregó Castrosua en 2017 consumían GNC, un segmento con "gran demanda en toda España". Son autobuses urbanos y de cercanías, que fabrica con entre 10,2 y 18,75 metros —los articulados— y se concentran en el transporte de proximidad fundamentalmente por el nivel de autonomía que ofrece el combustible.

"Hoy es de hasta 400 kilómetros en tráfico urbano y 800 en cercanías", explica la consejera delegada del grupo, Beatriz Castro García, quien constata que "para implantar el gas vehicular en el largo recorrido estamos lejos de tener el suministro necesario". Eso sí, "en el ámbito urbano se está creciendo".

Los autobuses de la empresa gallega están en flotas urbanas y de cercanías de toda España. Y hasta en Corea del Sur

A partir de ahí, y sin obviar que el peso de las cunas de bombonas para un largo recorrido también complicaría habilitar la bodega para maletas necesaria, las ventajas de los autobuses movidos con gas son todas las conocidas. Castrosua destaca las que tienen que ver con la reducción de emisiones —tanto de elementos contaminantes a la atmósfera como de ruido— y apunta que también son menos los gastos. "Dentro de las alternativas de vehículos ecológicos, los de GNC son la opción más económica", apunta Castro. Y eso es posible a pesar de que el precio de esos autobuses supera entre un 15 y un 20% el de los diésel, ya que el coste de usarlos con un combustible notablemente más barato "suele compensar con creces".

GALICIA. Así las cosas, la compañía asegura que "un gran número de ciudades incorporan vehículos de GNC en sus flotas urbanas" —desde Barcelona hasta Huelva— y que "Galicia parece que comienza el camino". "Ciudades como Santiago están a punto de abrir una estación de carga de gas pública de la que se podrían beneficiar no solo los autobuses urbanos, sino también los camiones de recogida de residuos y otras pequeñas flotas como taxis o vehículos del Concello o de la Xunta", apunta Castro.

Castrosua, que en el pasado también trabajó con GNL —un producto que ahora se concentra especialmente en el transporte de mercancías de larga distancia—, está convencida de que el gas es "una gran alternativa al diésel" y se ha propuesto seguir trabajando en combustibles alternativos.

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