Cómo comprar de forma segura por Internet

Las compras por Internet crecen cada día y, teniendo en cuenta los hábitos de la llamada Generación del Milenio, o Millennials, se puede aventurar que en un futuro próximo esta forma de compra aventajará a la tradicional, aquella en la que el cliente se persona en una tienda física, offline.

Las ventajas de comprar por Internet son abrazadas por los millones de usuarios que proceden cada día. En primer lugar, las fronteras de tiempo y espacio se diluyen por completo. Da igual que el producto que se quiera adquirir esté a unos cuantos kilómetros o esté al otro lado del océano, llegará a casa igualmente en un tiempo determinado. El tiempo, precisamente, también se entiende de otra manera con Internet. Bienvenidos a la cultura del 24/7, esa en la que encontramos artículos disponibles 24 horas al día y 7 días a la semana, a solo unos clics.

Lo más esgrimido por los consumidores más duchos de productos en Internet es el precio. Cuando una tienda física solo ofrece un número determinado de productos en catálogo, la Red muestra posibilidades ilimitadas que, lógicamente, también tienen que ver con el precio. Ya no es solo porque el catálogo y las posibilidades de comparar a través de una única ventana virtual sean mayores, es que una tienda online no está sujeta a los mismos gastos que una física, como el alquiler, los salarios del personal o los impuestos que tenga que pagar. Y eso, claro está, influirá en el precio.

La otra gran baza de las compras por Internet es la comodidad. Páginas como Amazon o como Ebay han ido afinando con los años sus filtros de búsqueda, lo que hace a un usuario poder identificar rápidamente un producto sin tener que moverse del sofá. Con un esfuerzo mínimo, además, se puede acceder a una información completa sobre el producto o servicio, siendo especialmente valoradas las opiniones de otros usuarios. Y en las opiniones, precisamente, se basan otras páginas como Trivago.

Cómo comprar seguro por Internet

Los negocios que venden a través de Internet, sin embargo, tienen aún una asignatura pendiente con aquellas generaciones que no nacieron ni crecieron en entornos digitales, esas que todavía son reticentes a depositar sus datos en la Red. A ellas especialmente y de manera general, estos consejos pueden venir bien:

1. La búsqueda apropiada

Todo comienza con una buena búsqueda, pero lo que suena fácil para algunos es complicado para otros que no están familiarizados con ello. Internet, por suerte, no solo proporciona los productos o servicios que se quieren tener o contratar, sino también las herramientas para encontrarlos.

La página web www.el-mejor.com va más allá de comprar barato por Internet. Es una página web especializada en recopilar los mejores productos de la Red por categorías, estableciendo ránkings que permiten conocer las mejores ofertas, pero sin renunciar a la calidad de los productos.

2. Identificar los sitios seguros

Habrá a quien le cueste saber qué es un servidor seguro, pero le ayudará a tener pistas de que así es el que la página web contenga información útil de la empresa, como una dirección y, sobre todo, un teléfono con el que poder ponerse en contacto. En caso de que surja algún inconveniente y el usuario se vea obligado a reclamar, sabrá dónde recurrir.

Lo habitual es que las grandes tiendas online tenga el soporte adecuado de ayuda y facilite no solo teléfono, sino también emails.

3. La letra pequeña

Esto ya era fundamental en el mundo offline, más aún cuando será poco probable el personarse en una tienda física para reclamar personalmente. Es importante saber que se está comprando el producto adecuado, o cuáles son las características concretas de un servicio para exigir que el proveedor lo proporcione correctamente.

Por supuesto, es muy aconsejable guardar los documentos asociados a una transacción, como el recibo o justificante o los correos electrónicos intercambiados con la empresa.

4. Opción de devolución

Como sucede con los artículos que se compran en una tienda física y que están sujetos a devolución, también se pueden devolver los artículos que se compran a través de Internet, en función de la legislación vigente y de las políticas de la empresa que lo comercialice.

El que un producto se pueda devolver proporciona además la mejor pista de que se está contactando con una página web fiable. Nuevamente, no hay más que fijarse en el modus operandi de las grandes tiendas online.