La conservera gallega Frinsa se expande al comprar la mitad de la lusa A Poveira

La empresa de Ribeira entra en el capital de una firma que surte a grandes distribuidoras, factura 24 millones anuales y tiene una fábrica nueva
Instalaciones de Frinsa en Ribeira. EFE
photo_camera Instalaciones de Frinsa en Ribeira. EFE

La conservera Frinsa del Noroeste, una de las grandes de esta industria en Galicia, da un paso de gigante en sus planes de crecimiento y expansión con la compra del 50% de la portuguesa A Poveira. La empresa fundada en Ribeira hace 58 años entra con fuerza así en el capital de la que es la tercera mayor empresa del sector en el país vecino por ventas, con una facturación de 24 millones de euros el año pasado, la producción de 150.000 latas de media al día y unos 250 trabajadores. 

Frinsa refuerza así un negocio que ya le genera ingresos por más de 500 millones de euros anuales —por delante de otros referentes como Jealsa Rianxeira, Escurís o Calvo tras batir récords en 2018— y sostiene unos 1.330 empleos. Con la elaboración de 4 millones de latas por día, principalmente para abastecer de marca blanca a grandes cadenas de distribución como Carrefour o Dia, la firma obtuvo el ejercicio pasado un beneficio de 29,4 millones. 

Ahora, casi un lustro después de activar un plan para reforzar su presencia en el exterior con la creación de una red de filiales en Italia, Singapur, Francia, Alemania y Reino Unido, toma parte en una de las conserveras más antiguas de Portugal, con 81 años cumplidos. A Poveira cuenta con una fábrica nueva, inaugurada en 2013 en la ciudad de Póvoa de Varzim, al norte del país. 

Esta operación permitirá a Frinsa ganar peso en el mercado luso, donde ya está presente en los lineales de los supermercados con la marca Ribeira. También puede abrirle una vía de acceso a cadenas de distribución de las que es proveedora la firma lusa dentro y fuera del país, pues tiene actividad en unos 40 mercados. Tras Portugal, sus principales ‘clientes’ están en Austria, Estados Unidos, Polonia, Italia y España. 

La oferta de ambas firmas se complementa. Frinsa está centrada sobre todo en las conservas de atún y de mariscos, mientras que A Poveira está especializada en la sardina, la caballa y el bacalao. Cuenta con ocho marcas, con Minerva como buque insignia. 

Conservera A Poveira, en Póvoa de Varzim.EPLa entrada de la empresa gallega en su capital se produce después de que dos de sus cuatro socios, Gonçalo Moreira, presidente de la Cámara de Oporto e hijo del alcalde, y Sérgio Real vendieran sus participaciones —que sumaban casi el 50%— y dejasen la administración de la sociedad, según informó el diario Expresso. Como accionistas permanecen Rui Ferreira Marques, presidente de la conservera, y António Cunha. 

FAMILIA CARREGAL. A ellos se suma ahora Frinsa, que entra con dos administradores, uno de ellos Jorge Carregal Varela, hijo y sucesor del fundador de Frinsa, Ramiro Carregal Rey. El empresario de 92 años, toda una institución en la capital del Barbanza, dejó definitivamente en manos de su vástago el negocio que puso en marcha en 1961 tras cumplir los 90. En todo caso, Jorge Carregal ya pilotaba la compañía desde hacía tiempo. 

Bajo su batuta, la firma da ahora un paso para crecer con una transacción cuyo importe no trascendió, y que supone una oportunidad también para A Poveira. En declaraciones al Expresso, la directora de la conservera, Sofia Brandão, celebró la entrada del «mayor fabricante ibérico» y señaló como objetivos a medio plazo «duplicar el volumen de negocio» y convertirse en la mayor industria del sector en Portugal, adelantando al líder Cofisa y a Ramirez. 
 

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