Detenido un joven y mediático emprendedor de Carballo por estafar 8 millones a inversores

Protagonista de diversos pódcast en YouTube y un ejemplo para miles de jóvenes aspirantes a emprender, tenía negocios en Dubái
Una agente de la Policía Nacional, trabajando con un ordenador. AEP
Una agente de la Policía Nacional, trabajando con un ordenador. AEP

Carballés, un patrimonio de varios millones de euros con solo 38 años y una gran fama en YouTube y el mundo de los pódcast de ámbito empresarial, tanto en España como en Latinoamérica. Uno de esos ejemplos a seguir para miles de jóvenes que ven sus vídeos y sueñan con emprender. O al menos lo era hasta esta semana, cuando fue detenido como principal responsable de una estafa de 7,7 millones de euros a 63 inversores, aunque la Policía Nacional cree que las víctimas pueden acercarse al millar.

Este emprendedor bergantiñán, presunto cabecilla de la trama, es el administrador de Gadea Group, según especificaron fuentes de la Policía Nacional a Telemadrid. Es en la capital española donde tiene su sede fiscal —por aparentes motivos tributarios— el mencionado grupo empresarial, si bien fue creado en Carballo, donde conserva una oficina sita en el Polígono de Bértoa, concretamente en la Rúa do Titanio.

Desembarco en Dubái

Y en la capital de Bergantiños seguía residiendo este empresario carballés, aunque a caballo con Madrid y Dubái, donde desembarcó hace un año con una de las franquicias de Gadea Group, la taquería No Mames Wey.

Y es que este chico carballés, que explica en diversos pódcast que con 22 años ya "emprendía  y tenía parte de una gasolinera mientras el resto estaba en la universidad y de fiesta" y que llegó a ganar "un millón en un mes y medio" y a abrir "veinte locales en seis meses", llevaba un alto tren de vida y se codeaba con acaudaladas personalidades.

¿Cómo era la estafa?

Junto al emprendedor carballés fueron detenidos en Malpica dos familiares suyos que también participaban en sus negocios, y otros tres socios en Madrid. La Policía considera que Gadea "captaba fondos de pequeños inversores a través de anuncios en redes sociales, prometiendo altas rentabilidades por su participación en restaurantes o en viviendas turísticas, si bien los beneficios prometidos rara vez llegaban a materializarse".

Los estafados se agruparon, crearon un chat de Whatsapp e interpusieron una demanda conjunta que dio lugar a los arrestos.