La acuciante falta de mano de obra, el desmantelamiento de la industria gallega de componentes eólicos, la contestación social que han suscitado algunos grandes proyectos y la judicialización son varios de los desafíos que afronta el sector de las renovables en un momento en el que Galicia debe transitar hacia la neutralidad climática en 2050. Por el camino, la Axenda Enerxética de Galicia marca objetivos para 2030 como tener desplegados 7.700 megavatios (MW) eólicos en los montes —el doble de la potencia actual—, contar con 800 MW en el mar; disponer de 1.876 MW de potencia de bombeo hidráulico frente a los 381 actuales, que son un 10% de los 3.723 MW operativos en centrales hidroeléctricas, y más de 2.825 MW en calderas de biomasa a nivel doméstico e industrial.
El sector abordó este jueves en Santiago los Retos y oportunidades de la transición energética en Galicia en un foro organizado por el Club Español de la Energía (Enerclub).
Con seis parques paralizados después de que el TSXG ordenase la suspensión cautelar de su ejecución hasta que se resuelva el proceso contencioso, el presidente de la Asociación Eólica de Galicia, Manel Pazo, lamentó el impacto de una medida que, a su juicio, debe adoptarse con carácter "excepcional". "Se pone en riesgo todo el futuro económico e industrial, no solo de Galicia, sino de otras comunidades en las que se realizan los mismos procesos", afirmó el carballinés, que pidió "responsabilidad" al alto tribunal y censuró la actividad de "dos asociaciones que alegan contra todos los proyectos".
Pazo, que es asesor general para España de la japonesa Eurus Energy, señaló que, debido a esta litigiosidad, la semana pasada decayeron "una financiación" y un contrato bilateral (PPA) sellado por un promotor con una industria para el suministro de energía. También avisó de que está en riesgo el encargo de transformadores, turbinas y otros componentes, por lo que "urgió" una solución. A su juicio, esta pasa por que "prevalezca el interés general que tiene la energía". "Está en riesgo toda la política industrial", alertó.
Convencida de la necesidad de "explicar mejor" la "rigurosidad" en la tramitación de los proyectos y de una mayor relación con las poblaciones afectadas, María Landeira, que es delegada en Galicia de Naturgy para el desarrollo de renovables y presidenta de EnergyLab, admitió que el sector está "muy preocupado por la judicialización indiscriminada de proyectos". Además de señalar que las metas que fija el Plan Nacional Integrado de Energia y Clima 2023-2030, que el Gobierno acaba de actualizar, obligan a "acelerar la implantación de las renovables", la ingeniera de Santa Comba —que pilotará el despliegue de la eólica flotante— apeló a los 25 años de "coexistencia de eólica y territorio".
"Estamos en un momento clave", defendió el secretario xeral de Industria de la Xunta, Nicolás Vázquez. En su primer acto oficial, prometió seguir apostando por acelerar la tramitación administrativa y presionar al Gobierno central por la "agilización" de los fondos UE que, recordó, deben estar ejecutados en 2026. Con el anteproyecto de Ley de promoción de los beneficios sociales y económicos de los proyectos que utilizan los recursos naturales en tramitación, defendió como "prioritario" que los proyectos tengan "impacto económico y social positivo" donde se implanten.
"No hay cantera de profesionales y no tiene fácil solución"
El presidente del Clúster de Energías Renovables de Galicia (Cluergal), José Ramón Franco Caaveiro, reflexionó sobre el problema "crónico" de falta de mano de obra que tensiona al sector en un país con una tasa de paro superior al 13%. "Por no tener, no tenemos ni cantera de profesionales que se quieran acercar a estos perfiles", manifestó, convencido de que traer profesionales de otros países solo resolverá "una parte del problema". "El factor humano es un gran hándicap. No tiene fácil solución y, si la hubiera, no será en el corto plazo", avisó tras reconocer los esfuerzos por reorientar la FP y los estudios universitarios.
Refundar la industria de componentes
José Ramón Franco Caaveiro también avisó de la necesidad de refundar la industria de componentes tras los cierres de enseñas como Vestas o Siemens Gamesa por el parón que vivió el sector eólico después de que la Xunta tumbase el concurso del bipartito de 2009. "Necesitamos sensibilidad de los promotores y tecnólogos para ayudarnos a recuperar el punto en el que perdimos capacidades. El sector no evolucionará sin contar con una cadena de valor", dijo.
1.800 megavatios: Es la potencia renovable desplegada por Naturgy en Galicia en 40 parques eólicos y centrales hidroeléctricas y minihidráulicas. A esto se suma el ciclo combinado de gas de Sabón, con 400 MW de potencia. La energética tiene 5,5 GW de potencia operativa a nivel mundial y aspira a "triplicar" esa cifra de aquí a 2025.
