El Ministerio de Seguridad Social rozó este martes la convocatoria de una huelga después de que el lunes las direcciones provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) recibieran una comunicación detallando un nuevo plan de intensificación de la atención directa a la ciudadanía en las oficinas para su implantación de mayo a agosto y con orden expresa de remitir una estimación del personal interesado en participar antes de que termine la jornada de este miércoles.
La hoja de ruta –que crispó a los sindicatos al no haber sido abordada en la mesa delegada– recoge una serie de instrucciones tendentes a que, de forma voluntaria, los trabajadores atiendan a quien acuda con cita previa haciendo horas extra de 16.00 a 18.00 horas en días que no coincidan con aquellos en los que haya jornada ordinaria de tarde, una vía que ya funciona en algunos centros.
Como incentivo, el departamento de José Luis Escrivá ofrece "seis euros por ciudadano atendido" presencialmente o por teléfono. Además, plantea que participen tanto gestores informadores como empleados de las direcciones provinciales a propuesta de sus superiores, un aspecto criticado por las centrales al entender que no se garantiza la asistencia "especializada". "Pegan bandazos. No quieren afrontar la realidad. No pedimos dinero, sino atender al público y que el sistema se reorganice para que funcione". Así lo indicaron fuentes de UGT, que incidieron en que en la base del conflicto está la falta de personal en una institución que pasó de contar con 30.000 efectivos a disponer de 23.000 para gestionar un sistema del que dependen más de 10 millones de pensiones contributivas, las prestaciones por maternidad y las incapacidades temporales, entre otras coberturas, además de otras funciones como la labor recaudatoria de la Tesorería.
Los sindicatos culpan al Gobierno de incumplir la Ley 21/2021, que fijaba la obligación de aprobar un proyecto de ley como muy tarde el pasado junio para crear la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad Social, un ente destinado a mejorar la gestión y que se dotaría de una estrategia para reforzar el plantel, cuya edad media ronda los 55 años, según UGT.
El plan comunicado el lunes llega después de que en febrero la Dirección General del INSS recomendase despachar las citas en 10 minutos y abrir por las tardes, lo que soliviantó al personal en un clima en el que crece el descontento ciudadano por las dificultades para obtener una cita.
Con los ánimos caldeados, los sindicatos se reunieron este martes en Madrid con el ministerio. Este accedió a plantear el jueves mejoras sobre su última oferta, aunque las centrales admiten cierto "escepticismo".
