"Frente al repunte de las bajas laborales hay que fomentar la motivación del trabajador"

María Borrás cogió hace apenas un mes las riendas del Círculo de Empresarios de Galicia con el reto de "recuperar la ilusión" por la asociación y relanzarla como lobby. Reivindica seguridad jurídica para las firmas, facilidades para que las más pequeñas crezcan y aprender de Portugal para poner la "alfombra roja" a las inversiones en Galicia.
María Borrás. Cedida
María Borrás. CEDIDA

Ejecutiva del bróker de seguros Howden Iberia, María Borrás compatibilizará este trabajo con su nuevo cargo, que ya ocupó su padre, el empresario Jaime Borrás.

¿Si le concedieran tres deseos para mejorar el entorno para las empresas en Galicia, ¿cuáles pediría? 
El primero es seguridad jurídica y, ligado a esto, agilización burocrática. El segundo está relacionado con nuestra situación geográfica, porque debemos convencernos de que esta periferia no es tal. Nuestra posición geoestratégica nos convierte en puerta del Atlántico y aprovecharlo es nuestra obligación. Teníamos un socio que repetía constantemente que no podemos sentarnos a ver pasar los barcos, sino convertirnos en ese barco, ser parte activa, y para eso necesitamos no ceder en nuestras reivindicaciones, en especial en la del Corredor Atlántico. Y el tercero, fomentar el crecimiento de las empresas. Nos cansamos de leer y escuchar que el tamaño de las empresas es un gran problema para la economía española, pero se está propiciando que esas pymes no den el paso, porque en cuanto pasas determinado umbral de facturación y empleos la fiscalidad y el papeleo se multiplica.

Una de las grandes preocupaciones de las empresas es la falta de profesionales para cubrir vacantes. ¿Cree que están abocadas a ofrecer más medidas de conciliación y mejores salarios para atraer personal?
Es inevitable. Todos estamos compitiendo por el talento, y esa competición no es local, es internacional. Y hay una nueva generación, que viene con mucha fuerza, con reivindicaciones laborales que nada tienen que ver con las de sus padres. Hace unos días, alguien comentaba en una jornada del Círculo que ahora son las empresas las que tienen que ‘venderse’ ante el candidato; es decir, tienen que convencerlo para el puesto de trabajo. Si no entendemos esto, estamos condenados, como mínimo, a la mediocridad.

Se necesita un nuevo liderazgo, más humanista, no hay más que ver el mundo de la política

Otro tema que preocupa al tejido empresarial es el repunte de las bajas. ¿De qué manera considera que se podría actuar para reducir los procesos o la duración? 
Con motivación. Los trabajadores motivados trabajan mejor. Tal vez hay un antes y un después de la pandemia, o tal vez viene de crisis anteriores. Quizá la pandemia 'rompió' de alguna manera los equipos y puede que se haya implantado un cierto individualismo. Pero a menudo no se percibe la complicidad del trabajador con la empresa, la empatía, el orgullo de pertenencia a la empresa. Aquí cabría también hablar sobre la necesidad de un nuevo liderazgo, más humanista, en un momento en el que no hay líderes —no hay más que ver el mundo de la política—, y en el que está esa nueva generación a la que me refería antes imponiendo un estilo nuevo. 

¿Qué opina de la reducción de la jornada máxima a 37,5 horas? 
En el fondo es un debate viejo. En algunas actividades, es imprescindible mantener un horario, atender al público, pero cuidado, el sector de la hostelería está teniendo gravísimos problemas para encontrar gente; se vio este verano, nadie quería ser camarero, ni siquiera con sueldos más que dignos. Las realidades son distintas según los sectores, en algunos de los cuales la tecnología permite reducir tiempos para hacer el mismo trabajo. Decía que es un debate viejo porque, en muchas empresas, la discusión es presentismo o productividad.

Siempre hay mucho por hacer para atraer inversión y mano de obra y Portugal es un claro ejemplo

Portugal ha logrado atraer a empresas gallegas con su política fiscal y en materia de suelo industrial y ahora planea ser un ‘paraíso fiscal’ para los jóvenes trabajadores. ¿Debe hacer más Galicia para retener empresas y mano de obra? 
Siempre hay mucho por hacer para atraer inversión y mano de obra, y Portugal es un claro ejemplo. Tiene un problema de envejecimiento y de tasa de dependencia mayor que España, por lo que intuyo que lo ha tomado como un problema de país. En España hay diferencias notables en el envejecimiento poblacional entre las distintas comunidades. No debería extrañarnos que Portugal esté apostando por rejuvenecer su población, conectarse al Corredor Atlántico, atraer inversión empresarial. Y la impresión que tienen muchos empresarios es que en Portugal te ponen la alfombra roja cuando quieres invertir allí, y están todas las administraciones implicadas: no solo la central, los alcaldes son agentes activos para la inversión y el empleo. Han reducido la burocracia a mínimos. En Galicia no hay más que recordar el problema ocasionado por la modificación del reglamento de Costas en lo relativo a las concesiones. Tenemos mucho que aprender de Portugal.

¿Vamos a seguir discutiendo si un aeropuerto o tres? ¿No será mejor colaborar para optimizar ese recurso?
 

La controversia aeroportuaria sigue viva. ¿Tres son multitud? ¿O la clave está en una buena coordinación?
Es curioso que esta polémica no se produzca en el País Vasco, que tiene tres aeropuertos en la propia comunidad, más el de Santander a 100 kilómetros. Hace unos años, una autoridad vasca comentaba en uno de nuestros foros que, en realidad, en Euskadi hay "un aeropuerto con tres terminales, porque se han convencido de que, en una comunidad tan pequeña, no puede haber tres aeropuertos que compitan entre sí, y colaboran". Tanto es así, que Bilbao tiene conexiones internacionales, Hondarribia dispone de un pequeño aeropuerto y Foronda está prácticamente dedicado a la carga. Bilbao ocupa el puesto 12 en el ránking de aeropuertos españoles; Santiago, el 16; A Coruña, el 20 y Vigo el 22. Están todos ellos en la parte alta de la tabla, con más de un millón de pasajeros al año. Los aeropuertos gallegos han hecho un beneficio formidable a la comunidad, paliando las carencias de otras infraestructuras de transporte. ¿De verdad vamos a continuar discutiendo si uno o tres, fomentando una polémica localista? ¿No será mejor colaborar?

Comentarios