El turismo de cruceros ha recuperado el rumbo tras la pandemia que obligó al Gobierno a cerrar las dársenas a los viajeros internacionales entre el 23 de junio de 2020 y el 7 de junio de 2021. Según los datos de Puertos del Estado, entre enero y abril atracaron en Galicia 43 embarcaciones a bordo de las que viajaban 81.586 cruceristas, un 13% más que en el mismo periodo de 2022 y una cifra solo superada en 2011.
El alza de las tarifas hoteleras en un contexto inflacionista ha beneficiado a esta modalidad de turismo y la prueba es que en cuatro meses las dársenas españolas han visto hacer escala o embarcar a 2.757.365 personas, una cifra que se ha disparado un 96% en apenas un año, aunque sin igualar todavía los registros precovid.
"La proyección para este año es muy positiva", señala Martín Fernández Prado, el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña. En la ciudad herculina, que aspira a convertirse en terminal de embarque —lo que supondría un revulsivo económico para hoteles y hostelería—, entre enero y abril hicieron escala 22 embarcaciones con 44.179 pasajeros a bordo, un 22,8% más que en 2022 y una cifra histórica que supone el 54% de los cruceristas que arribaron a Galicia. Desde buques exclusivos de unos 100 metros de eslora hasta gigantes de más de 300, el puerto opera con una extensa lista de navieras, como Carnival, Royal Caribbean, Costa Cruceros, MSC, Virgin o Disney.
El año pasado, con 136 cruceros y 222.723 viajeros, el puerto rompió moldes y la previsión para 2023 es alcanzar las 150 escalas y los 250.000 turistas. "Son cifras históricas que nos consolidan con diferencia como el puerto líder en toda la cornisa cántabro-atlántica, desde Lisboa hasta la Bretaña francesa", sostiene Fernández, que ve en estos datos —que suponen superar a Leixões— el fruto de la labor de "promoción" realizada en los últimos años con el sector turístico y los operadores portuarios.
Las estimaciones apuntan a un retorno económico para la ciudad de 20 millones de euros en 2022 a cuenta del gasto que tripulantes y pasajeros hacen en el pequeño comercio, la hostelería, las empresas de transporte y servicios turísticos. Hoy por hoy, los cruceros son "la principal vía de llegada de turistas internacionales" a A Coruña y el presidente del Puerto es consciente de lo que supone en términos "de proyección" de la ciudad.
Con el 42% del tráfico de viajeros registrado en la comunidad hasta abril y un descenso del 2% en términos interanuales, la Autoridad Portuaria de Vigo señala que mayo y junio son "los meses fuertes" junto a septiembre y octubre. David Castro, jefe de la división de gestión comercial, constata que las proyecciones para este año "son excepcionales, con más de 100 escalas y una previsión de superar los 250.000 pasajeros", una cifra que solo se rebasó en 2011, con 253.000. Será, además, un año "en el que dominarán las escalas de grandes cruceros", pues el 65% de las previstas son de naves con más de 250 metros de eslora.
El gasto por persona
A falta de un estudio que traduzca a cifras el impacto económico directo en la ciudad olívica, Castro señala que los datos del sector apuntan a un gasto medio de 50 euros al hacer una escala de tránsito en España, un desembolso que se eleva a 100 euros cuando el puerto es la referencia de embarque o desembarque.
Entre las navieras, la británico-estadounidense P&O Cruises es la que más opera en Vigo, con 27 escalas este año. La siguen Celebrity Cruises, Norwegian y MSC en una nómina en la que también figura la firma de lujo Silversea. Y este año entra "con fuerza" la alemana Aida Cruises. Castro indica que la mayor parte de los buques que paran en Vigo siguen rutas entre el norte y el centro de Europa y el Mediterráneo o las Canarias. "En estos itinerarios, el peso principal lo tienen los ligados al Reino Unido", indica.
Tras Ferrol, que es la tercera dársena que más cruceristas recibe, en Vilagarcía desembarcaron 783 viajeros hasta abril, después de que el contador marcase cero desde 2020. "Son varias las navieras que en los últimos años nos han elegido como puerto de escala, sacando partida a un destino acogedor, poco masificado y con experiencia en la atención al turista", señala la Autoridad Portuaria, que indica que la proximidad a Santiago y a otros destinos de las Rías Baixas son un plus. Tras recibir dos embarcaciones hasta abril, la previsión es acoger cuatro escalas en lo que resta de año, "lo que supone la mejor previsión de la última década".
El viajero español
El sector, que afronta el reto de la descarbonización —explora el uso de biocombustibles, carburantes sintéticos, metanol, hidrógeno y baterías—, tiene en Europa su principal mercado. España es el cuarto emisor más importante de la UE, con 414.000 ciudadanos que se embarcaron en 2022. Así lo refleja el último informe de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (Clia), que sitúa en 7,3 días la estancia media de los españoles y en 43,6 años su promedio de edad. El año pasado, el 84,4% se decantó por surcar las aguas del Mediterráneo, el primer destino seguido del Norte de Europa y el Caribe.
En cuanto a impacto económico, la industria apunta a una facturación de 6.000 millones en 2019 en España y 50.031 empleos.
