Gayoso y Pego alegan que el Banco de España vio "normal" la operación financiada en Rivas

A punto de cumplir los 88 años, el expresidente de Caixanova se enfrenta a hasta cuatro años de cárcel por causar un agujero de 41,8 millones a la caja a raíz de un crédito para construir pisos
Gorriarán, Gayoso, Pego y Rodríguez Estrada, durante el juicio en 2015. AEP
photo_camera Gorriarán, Gayoso, Pego y Rodríguez Estrada, durante el juicio en 2015. AEP

Julio Fernández Gayoso, el que fuera durante más de cuatro décadas primer espada de Caixanova, esgrimió este martes en el juicio que lo vuelve a sentar en el banquillo por presuntas irregularidades en la concesión de un crédito hipotecario para construir viviendas en el ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid que la operación inmobiliaria que habría causado un agujero de 41,8 millones de euros en la entidad contaba con el aval del Banco de España (BE).

Trató de defender así la forma de proceder de la cúpula de la caja del sur en la concesión, en abril de 2007, de ese préstamo de 67,1 millones a la unión temporal de empresas (Ute) Rivas Aci frente a las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción, que sostiene que no se midieron adecuadamente los riesgos, que se financió el proyecto en base a análisis incompletos y sin valorar si la sociedad tenía problemas de liquidez y solvencia. La Ute acabó incurriendo en impagos, ante lo que Caixanova optó por refinanciar parte de la deuda.

El expresidente de Caixanova, a punto de cumplir los 88 años, hizo referencia a los controles que pasó la operación inmobiliaria a nivel interno, con más de veinte firmas de los "mejores directivos de la casa". Eran, en concreto, los diez componentes del comité superior de riesgos y los diez integrantes de la comisión delegada, que es la que elevaba la propuesta al consejo de administración.

Gayoso defiende los controles que pasó la operación inmobiliaria, que contó con más de veinte firmas de los "mejores directivos de la casa"

A nivel externo, Gayoso puso de relieve en su declaración que la concesión de ese crédito hipotecario en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria pasó el filtro del Banco de España. Explicó que el supervisor concluyó en 2009 tras realizar una inspección de la entidad con datos relativos a 2008 que se trataba de una operación "normal". Los resultados del análisis efectuado por el organismo llegaron pocos meses antes de que Caixanova se fusionara con Caixa Galicia dando lugar al nacimiento de Novacaixagalicia y en él, según el relato de quien pilotaba la entidad, el BE indicaba que se habían supervisado "entre otras muchas operaciones la de Rivas, que merece la calificación de normal".

El exbanquero vigués también citó en su comparecencia a la Xunta, para recordar que contaba con una silla en el consejo de administración de la caja y que esta informaba puntualmente de sus actividades al Gobierno gallego.

Tras pasar apenas medio año en prisión por su papel en la fijación de las prejubilaciones millonarias de Novacaixagalicia, Gayoso se enfrenta en esta causa hasta cuatro años de cárcel. Es la pena que piden para él la Fiscalía y la Abogacía del Estado—en representación del Frob— por delito de administración desleal continuada, mientras que Abanca, como heredera del quebranto, solicita tres años.

Pego niega cualquier trato de favor hacia el hermano del que fuera su adjunto, Gregorio Gorriarán

Es la misma condena que piden para los otros tres exdirectivos de Caixanova sentados en el banquillo por esta operación: el que era director general, José Luis Pego; el responsable del área de planificación financiera y control, Domingo González Mera, y quien pilotaba la división comercial de la caja y su financiera inmobiliaria Proinova. Gregorio Gorriarán.

Este último fue el que abrió el lunes las comparecencias, defendiendo que la operación estaba avalada por la tasadora. Su declaración culminó marcada por sus lágrimas al señalar que su hermano, que tenía parte en una empresa vinculada con la operación de Rivas, "se siente culpable por que yo esté aquí".

JOSÉ LUIS PEGO. El ex director general de Caixanova José Luis Pego, por su parte, también se afanó este martes en normalizar el préstamo de 67,1 millones de euros concedido en 2007. Así, negó cualquier trato de favor hacia el hermano del que fuera su adjunto, Gregorio Gorriarán, y añadió que "muchas más personas dentro de la caja" sabían que la compañía de éste se encontraba detrás del proyecto, por lo que nunca fue información "oculta". Es más, Caixanova "tenía más operaciones" suscritas con dicha sociedad, todas ellas conocidas por la inspección del Banco de España, que las calificó como "normales", recalcó el exdirectivo, que durante su interrogatorio protagonizó varios desencuentros con la fiscal Inmaculada Violán.

Pego defendió que los sistemas de la caja funcionaron de forma correcta en la concesión del préstamo, al tiempo que avaló su propia diligencia ya que "siempre preguntaba si había algún tipo de incidencia relevante (en la operación de turno que se planteaba) y si había sido aprobada por unanimidad por el comité de riesgos y el comité de evaluación".

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