Gonzalo Bernardos, economista, sobre la situación del sector inmobiliario: "Va a ser un festival"

Con precios disparados y escasa oferta, comprar vivienda en 2025 se convierte en una carrera contrarreloj donde el margen de negociación prácticamente ha desaparecido
Gonzalo Bernardos. EP
Gonzalo Bernardos. EP

El panorama inmobiliario nacional se ha transformado en un terreno extremadamente competitivo para quienes sueñan con adquirir una propiedad este año. Los precios continúan su imparable ascenso mientras las operaciones se cierran a velocidades vertiginosas, dejando a muchos compradores potenciales sin capacidad de reacción. Los expertos del sector apuntan a un 2025 marcado por la intensidad de un mercado donde la demanda supera ampliamente a la oferta disponible.

La situación actual refleja una realidad paradójica: mientras el acceso a la vivienda se complica enormemente para numerosas familias españolas, el interés inversor en el ladrillo no para de crecer. Este desequilibrio está provocando que las propiedades desaparezcan del mercado en cuestión de días, sin apenas margen para la negociación. Los datos oficiales confirman esta tendencia alcista que, lejos de moderarse, parece acelerarse en este primer trimestre del año.

Según las estadísticas más recientes del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el precio medio del metro cuadrado de vivienda libre alcanzó los 1.921€ a finales de 2024, experimentando un incremento del 6% respecto al año anterior. Una tendencia que los analistas prevén que continuará durante todo 2025.

La advertencia de Gonzalo Bernardos sobre el mercado inmobiliario

El reconocido economista y profesor universitario Gonzalo Bernardos ha lanzado una clara advertencia sobre la situación actual: "Va a ser un festival". Una expresión que, contrariamente a lo que podría sugerir, no augura buenas noticias para quienes buscan comprar una vivienda este año. Bernardos analiza con preocupación el desequilibrio entre oferta y demanda que caracteriza el mercado español.

"En 2025 no se van a vender viviendas, las van a comprar", señala el experto, ilustrando cómo la escasez de producto ha invertido la dinámica tradicional del sector. Esta afirmación refleja un cambio paradigmático donde el poder de negociación ha pasado completamente a manos de los vendedores, quienes pueden prácticamente dictar condiciones ante la falta de alternativas.

Quizás la frase más impactante de Bernardos sobre la situación actual es que "un perrito, un gatito y un periquito son capaces de enseñar una vivienda y venderla". Una metáfora provocadora que ilustra cómo, en el contexto actual, prácticamente cualquiera puede cerrar operaciones inmobiliarias sin necesidad de grandes habilidades comerciales, simplemente por la voracidad de un mercado con exceso de demanda.

Los factores que impulsan la burbuja inmobiliaria en 2025

El incremento sostenido de los precios encuentra su explicación en varios factores que confluyen simultáneamente. Por un lado, la construcción de nuevas promociones sigue siendo insuficiente para atender la demanda acumulada. La crisis financiera de 2008 provocó una reducción drástica en la capacidad productiva del sector que, más de quince años después, aún no ha recuperado los niveles previos.

A esta escasez de oferta se suma el renovado interés por la vivienda como valor refugio. Tanto inversores nacionales como extranjeros ven en el ladrillo español una oportunidad de preservar y aumentar capital en tiempos de incertidumbre económica. Esta presión inversora eleva aún más los precios en un mercado ya tensionado.

Paradójicamente, las condiciones financieras, pese a las subidas de tipos de interés experimentadas en los últimos años, siguen siendo relativamente accesibles para muchos compradores. Las entidades bancarias mantienen una política crediticia que favorece la concesión de hipotecas a determinados perfiles, lo que alimenta la capacidad de compra en el mercado.

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